Preservativos, perfume, vino y pianos son algunos de los productos estadounidenses que se verán afectados por la subida arancelaria que entrará en vigor el sábado en China, ordenada por Pekín en un contexto de guerra comercial con Washington.
La medida llegará tras una semana marcada por la escalada verbal entre China y Estados Unidos, en la que Pekín llegó a amenazar con restringir la exportación de tierras raras, un producto clave para la industria tecnológica estadounidense, después de que el presidente estadounidense Donald Trump incluyera en una lista negra al gigante de las telecomunicaciones chino Huawei.
Estados Unidos y China reanudaron su batalla arancelaria este mes después de que unas negociaciones en Washington se saldaran sin ningún acuerdo. Los estadounidenses acusaron a los negociadores chinos de renegar de sus compromisos previos.
Trump impuso aranceles adicionales a 200.000 millones de dólares de productos del gigante asiático y China respondió anunciando una subida de los aranceles sobre productos estadounidenses por valor de 60.0000 millones de dólares, a partir del 1 de junio.
La subida arancelaria que entrará en vigor este sábado, entre el 5% y el 25%, se aplicará a 5.410 productos.
Se ordenó un aumento del 25% a los aranceles de productos estadounidenses como el perfume, maquillaje de ojos y pintalabios; electrodomésticos de cocina como hornos, microondas y cafeteras; material deportivo como mesas de ping pong, raquetas de bádminton y pelotas de fútbol. También afectará a las importaciones de pianos, instrumentos de cuerda, ginebra, vino y tequila, y otros productos como condones, diamantes, robots industriales, neumáticos, tejidos, madera y juguetes.
Además, medios chinos sugirieron esta semana que Pekín podría reducir las exportaciones de tierras raras a Estados Unidos, lo que podría privar a las empresas norteamericanas de un recurso fundamental en la fabricación de teléfonos inteligentes, televisiones y equipos militares, entre otros.
En ese contexto, China decidió frenar las compras de soja provenientes de los Estados Unidos. «Los compradores estatales chinos no hemos recibido órdenes para continuar con las llamadas compras de buena voluntad y no esperamos que ello ocurra por la falta de acuerdo comercial entre ambas partes», dijeron funcionarios en Beijing citados por agencias internacionales.
A pesar de que China había acordado a principios de este año comprar 10 millones de toneladas de soja en los Estados Unidos, las compras se han detenido con cerca de 7 millones de toneladas de soja aún por entregar a China.
El presidente Donald Trump anunció hace una semana una ayuda de US$ 16 mil millones para los agricultores estadounidenses que se han visto perjudicados por la escalada de la guerra comercial entre los Estados Unidos y China.