Pedro Sánchez continuará en el poder en España al frente de un Gobierno en funciones hasta que se aclare el panorama político luego de que ningún partido lograra los votos necesarios para gobernar en solitario en las elecciones generales del domingo, anunció el Boletín Oficial del Estado.
Sánchez y sus ministros en funciones celebraron la última reunión de gabinete antes de la instalación, dentro de casi un mes, del nuevo Congreso surgido de las elecciones, que deberá designar a un nuevo presidente del Gobierno que logre reunir una mayoría en la Cámara de Diputados, condición necesaria para poder ejercer el poder.
El Partido Socialista Obrero Español (PSOE) de Sánchez fue el segundo más votado detrás del derechista Partido Popular (PP), pero quedó en mejor posición para formar Gobierno entablando alianzas formales o circunstanciales con otras fuerzas que le permitan tener mayoría en el Congreso o gobernar en minoría.
Los resultados, de todos modos, sumieron al país en la incertidumbre por la posibilidad de que ningún partido logre los respaldos necesarios para formar Gobierno una vez que se instale el nuevo Congreso, el 17 de agosto, lo que obligaría a repetir las elecciones dentro de los seis meses posteriores.
«Vengo en declarar el cese de don Pedro Sánchez Pérez-Castejón como presidente del gobierno, que continuará en funciones hasta la toma de posesión del nuevo presidente del gobierno», indicó el jefe del Estado, el rey Felipe VI, en el Boletín Oficial del Estado.
El PP del líder Alberto Núñez Feijóo obtuvo 136 bancas de las 350 del Congreso, lejos de la mayoría absoluta de 176 escaños necesaria para gobernar en solitario, incluso con el apoyo de los 33 diputados que consiguió su único aliado potencial, el partido de extrema derecha de Vox.
Negociaciones destinadas al fracaso
Feijóo reivindicó su derecho a gobernar en minoría y lanzó el lunes negociaciones con varios partidos, pero estas parecen destinadas al fracaso, toda vez que entrar a un gobierno en el que también esté Vox, un partido ultranacionalista que defiende una recentralización del país, es inaceptable para formaciones regionales.
Los nacionalistas vascos del partido PNV, por ejemplo, ya anunciaron la noche del lunes que no se sentarán a negociar con Feijóo.
El líder del PP, sin embargo, se obstinaba hoy en su pretensión de poder contar con los apoyos para ser electo presidente del Gobierno y permitir que su partido retome el poder que Sánchez y su PSOE ejercen desde 2018.
«Decir que no se tienen apoyos simplemente por haber hablado con algún grupo me parece una conclusión precipitada”, dijo Feijoó en la norteña ciudad española de Santiago de Compostela, informó la agencia noticias Europa Press.
El PSOE logró 122 bancas y sus aliados de izquierda Sumar, 31, por lo que juntos suman 153.
Este número podría estirarse a 172 si lograran aliarse con varios partidos catalanes y vascos que ya los sostuvieron en la legislatura pasada apoyando de modo circunstancial al Gobierno en las votaciones en el Congreso pero sin ser parte de la alianza formal que tenían el PSOE y el partido de izquierda Unidas Podemos, que fue absorbido por Sumar.
El principal desafio
Su principal desafío es conseguir al menos la abstención de los siete diputados que sacó Junts per Catalunya, el partido del líder independentista catalán Carles Puigdemont, refugiado en Bélgica y acusado de sedición por una declaración unilateral de independencia de Cataluña luego de un referéndum ilegal celebrado en 2017.
Aunque el PSOE ya ha dicho que no aceptará un nuevo referéndum independentista en Cataluña, como pretende JxC, el PP ha tratado de vincular a Sánchez con el desacreditado Puigdemont, y Feijóo insinuó hoy que un Gobierno con el apoyo de los partidos independentistas catalanes sería inestable.
«España necesita un gobierno estable», dijo.
Una vez instalado el Congreso, el rey deberá proponer un candidato a presidente del Gobierno que será votado por los diputados. Si no obtiene la mayoría absoluta en una primera votación, habrá una segunda 48 horas más tarde en la que solo necesitará mayoría simple para ser investido como jefe de Gobierno.
Sumar anunció el lunes que encargó a uno de sus antiguos dirigentes en Cataluña iniciar las negociaciones con Junts para que se abstenga en una eventual segunda votación de investidura de Sánchez, lo que permitiría al socialista ser reelecto.
Los dos bloques mantienen la vista puesta en el voto en el extranjero, cuyo escrutinio comenzará el viernes y tardará días, y que podría, según la prensa, inclinar un puñado de escaños en provincias donde pocos votos separan a los partidos de derecha e izquierda.