El presidente del gobierno de España, el socialista Pedro Sánchez, rechazó rápidamente una invitación que le formuló este domingo el líder del Partido Popular (PP), Alberto Núñez Feijóo, para conversar esta semana con el propósito de intentar evitar «una situación ingobernable» tras las elecciones del domingo pasado, en la que ninguna de las dos mayores fuerzas quedó en condiciones de formar gobierno por su cuenta.
«Una vez finalizado el recuento y como ganador de las elecciones del pasado 23J (23 de julio), acabo de enviar una carta al candidato del PSOE (Partido Socialista Obrero Español) instándole a reunirnos esta misma semana», dijo Núñez Feijóo, en alusión a Sánchez, en Twitter.
Un rato más tarde, Sánchez hizo público que declinó la invitación e invitó a Núñez Feijóo a reunirse después del 17 de agosto, una vez que se haya constituido el nuevo Congreso de los Diputados (cámara baja), según la agencia española de noticias Europa Press.
Mientras tanto, el escrutinio de los votos de los españoles que viven en el extranjero, que finalizó este sábado, le quitó un diputado a los socialistas y se lo otorgó al PP, y aunque los primeros siguen siendo favoritos para formar gobierno, ahora se le suman nuevos requisitos.
Tras el recuento, el PP pasó de 136 a 137 diputados y los socialistas de 122 a 121, ambos lejos de las 176 bancas que les darían mayoría absoluta en el Congreso y que son necesarios para formar gobierno en una primera ronda de votación.
En caso de que ninguno de los espacios alcance la mayoría absoluta, como se asume, los candidatos pasan a una votación cuyo requisito es ya no la mayoría absoluta, sino una mayoría simple, es decir, contar con más votos afirmativos que negativos.
Antes del cambio por los votos en el extranjero, la suma de PP (136), con la ultraderecha de Vox (33) y Unión del Pueblo Navarro (1) quedaba en los 170 escaños, mientras la del bloque de la izquierda alcanzaba los 172, gracias a los 122 que se calculaban para el PSOE más sus aliados de gobierno Sumar (31), además de Esquerra Republicana de Catalunya-ERC (7), los vascos de EH Bildu (6), Partido Nacionalista Vasco-PNV (5) y Bloque Nacionalista Galego – BNG (1).
Ahora, el bloque de la izquierda con independentistas y nacionalistas se quedaría en 171 bancas, igual que las que alcanzaría el bloque de la derecha, añadido ya el diputado que gana el PP.
Por ello, Sánchez ya no puede lograr ser investido con la mera abstención de los independentistas catalanes de derecha Junts (7), a no ser que la única diputada electa de Coalición Canaria (CC), Cristina Valido, vote a favor del bloque de izquierda, estimó la agencia de noticias Europa Press.
Así, seguiría bastando con la abstención de Junts, los independentistas catalanes de derecha referenciados en Carles Puigdemont, refugiado en Bélgica desde el fracaso de la intentona independentista de 2017, para ser elegido por mayoría simple en una segunda votación de investidura.
Sin embargo, Valido reiteró que no apoyará ninguna fórmula en la que participe Vox o Sumar.
Puigdemont, que en junio llegó a decir que Sánchez no repetiría en el poder «con los votos de Junts», supeditó el sábado sus votos al líder socialista a que se negocie una resolución del «conflicto como el que existe entre Cataluña y España», según la agencia AFP.
Si ninguno de los dos bloques logra una mayoría para formar gobierno, el país se verá obligado a repetir elecciones, probablemente a fines de año, como ya ocurrió en 2016 y 2019.
«España no se merece una situación ingobernable y tampoco podemos permitirnos un bloqueo en un momento tan relevante para nuestra economía y nuestras instituciones, en plena Presidencia española del Consejo de la Unión Europea», señaló Núñez Feijóo.
Mientras, la Junta Electoral rechazó hoy volver a revisar los votos que emitieron los españoles en el extranjero, tal y como solicitaron los socialistas que buscaban recuperar el escaño perdido, alegando que no hay ninguna señal de «posibles irregularidades», en una resolución divulgada por el PP en Twitter.