Al menos cuatro personas murieron, incluyendo un niño, y otras 27 resultaron heridas en un ataque aéreo israelí cerca del mayor hospital público de Líbano, en los suburbios del sur de Beirut, indicó el Ministerio de Salud Pública de Líbano.
El ataque israelí tuvo como objetivo los alrededores del Hospital Universitario Rafik Hariri en la zona de Jnah, a las afueras del sur de Beirut. El canal de televisión local Al-Jadeed indicó que más de 25 ambulancias de la Cruz Roja Libanesa y equipos de Defensa Civil llegaron al lugar de los hechos. Todavía continúa la búsqueda de víctimas atrapadas bajo los escombros cerca del hospital.
El ataque aéreo obligó a los residentes de la zona a abandonar sus hogares y buscar refugio en otra parte.
Las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) informaron el lunes que habían desarticulado un bunker debajo del Hospital Al Sahel, en el barrio de Dahieh, que contenía oro y medio millón de dólares en efectivo perteneciente algrupo Hezbollah.
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En la noche, aviones de combate israelíes lanzaron más de 12 ataques aéreos contra varias zonas de los suburbios de Beirut, incluyendo Haret Hreik, Burj Barajneh, al Hadath, Jamous, y Saint Therese.
El Ejército de Israel afirmó este martes que entre los bombardeos realizados durante las últimas horas en la capital de Líbano figura una «base naval» del partido-milicia chiíta en la ciudad, así como «infraestructuras subterráneas» supuestamente vinculadas con el grupo en la ciudad.
Así, reclacó que entre las instalaciones atacadas está «la base central de la unidad naval de Hezboláh en Beirut», que «era usada como centro principal de actividades» para «el almacenamiento de lanchas rápidas» y «llevar a cabo entrenamientos», sin que el grupo se haya pronunciado al respecto.
«Las lanchas de la unidad estaban diseñadas para atacar buques y otros objetivos estratégicos en el espacio marítimo de Israel», señaló, antes de reseñar que entre otros puntos atacados figuran «almacenes de munición» y «otros objetivos terroristas en Beirut».
Hezboláh, en tanto, reivindicó varios ataques con misiles contra dos bases militares cerca de Tel Aviv y una base naval en la ciudad portuaria de Haifa (norte), sin que las autoridades de Israel se hayan pronunciado sobre posibles víctimas o daños materiales.
El grupo indicó que los ataques son una respuesta a «las masacres cometidas por el enemigo sionista» y ha detallado que ha llevado a cabo «operaciones cualitativas con misiles» contra estos tres objetivos», según la cadena de televisión libanesa Al Manar, vinculada a Hezboláh.
Por su parte, las FDI confirmaron que durante las últimas horas registraron el disparo de proyectiles desde territorio libanés y aseguraron que varios fueron interceptados, si bien otros habrían impactado en su territorio, sin que por ahora haya más detalles al respecto.
Gaza en la pobreza
El balance de víctimas de la ofensiva desatada hace más de un año por el Ejército de Israel contra la Franja de Gaza superó ya los umbrales de los 42.700 muertos y los 100.000 heridos, según las autoridades del enclave, controladas por el Movimiento de Resistencia Islámica (Hamás).
El Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) alertó este martes que 4,1 millones de palestinos caerán bajo el umbral de la pobreza de cara a finales de año, lo que supone un retroceso de casi 70 años para la población que sigue en la Franja de Gaza a medida que avanza la ofensiva israelí.
En un nuevo informe, la ONU señaló que el impacto de la guerra provoicó grandes retrocesos en la zona y ha advertido de que «si no se levantan las restricciones económicas, se posibilita la recuperación y se invierte en desarrollo, es posible que la economía palestina no pueda restablecer los niveles anteriores a la guerra y avanzar dependiendo únicamente de la ayuda humanitaria».
Philippe Lazzarini, comisionado general de la Agencia de las Naciones Unidas para los Refugiados de Palestina en Oriente Próximo (UNRWA, en inglés), indicó que las autoridades israelíes están impidiendo el acceso de las misiones humanitarias al norte de la Franja de Gaza.
Además de destacar que el bombardeo de hospitales los ha dejado sin electricidad mientras que los heridos siguen sin recibir atención, Lazzarini dijo que los refugios de UNRWA están tan abarrotados que algunos desplazados se han visto obligados a vivir ahora en baños.
El jefe de UNRWA enfatizó la necesidad de que las agencias humanitarias, incluyendo UNRWA, tengan acceso al norte de Gaza, y dijo que considera la negativa a la ayuda humanitaria y su uso como un arma con fines militares como una señal de una brújula moral severamente dañada.
alg con NA, Europa Press y Xinhua
