La organización no gubernamental Human Rights Watch (HRW) acusó este jueves a las autoridades de Israel de perpetrar «actos de genocidio» y un «exterminio» al privar de forma intencionada a la población de la Franja de Gaza de un acceso adecuado al suministro de agua, algo que habría provocado miles de muertes en el enclave, a través de un informe que Israel rechaza de plano.

En el documento de 179 páginas, titulado ‘Exterminio y actos de genocidio: Israel priva deliberadamente de agua a los palestinos de Gaza’, se sostiene que las autoridades israelíes han impedido de forma intencionado a los palestinos el acceso al agua potable necesaria para su supervivencia.

HRW reseña que las fuerzas israelíes han cortado y posteriormente limitado el suministro de agua a Gaza, inutilizado la mayoría de la infraestructura de agua y saneamiento de la Franja a través de los cortes de electricidad y las restricciones al combustible, y destruido de forma deliberada la infraestructura hídrica y bloqueado la entrada de suministros.

«El agua es esencial para la vida humana, pese a lo cual el Gobierno israelí ha privado de forma deliberada desde hace más de un año a los palestinos en Gaza en mínimo que necesitan para sobrevivir«, dijo la directora ejecutiva de la organización, Tirana Hassan.

El gobierno israelí rechazó las afirmaciones de HRW y calificó el informe como un «libelo de sangre». El portavoz del Ministerio de Exteriores israelí, Oren Marmorstein, dijo en X que con estas publicaciones la ONG no hace otra cosa que «promover su propaganda antiisraelí».

En cambio, el vocero afirma que «la verdad es lo opuesto a las mentiras de HRW». Así, enumeró una serie de «hechos» sobre la situación en Gaza, incluido que «desde el inicio de la guerra, Israel ha facilitado un continuo flujo de agua y ayuda humanitaria a Gaza, pese a operar bajo ataques constantes por parte de la organización terrorista Hamás».

Sin embargo la ONG detalla que entrevistó a 66 palestinos, cuatro empleados de la Instalación Hídrica de Municipalidades Costeras de Gaza, 31 trabajadores sanitarios y 15 trabajadores de agencias de Naciones Unidas y organizaciones internacionales de ayuda humanitaria en el enclave para realizar el documento, además de analizar imágenes por satélite y fotografías y vídeos entre octubre de 2023 y septiembre de 2024.

De esta forma, ha concluido que las autoridades israelíes crearon de forma intencionada unas condiciones de vida destinadas a provocar la «destrucción física» de los palestinos, «de forma total o parcial», lo que supondría «el crimen contra la humanidad de exterminio» y que equivale igualmente a uno de los cinco «actos de genocidio» contemplados por la Convención sobre el Genocidio de 1948.

HRW resalta que, tras los ataques del 7 de octubre de 2023, que según la ONG supusieron crímenes de guerra y contra la humanidad, las autoridades israelíes cortaron todo el suministro de electricidad y combustible al enclave, incluido el anuncio del entonces ministro de Defensa, Yoav Gallant, quien el 9 de octubre anunció «un cerco total» a la Franja.

En este sentido, la organización ha hecho hincapié en que, en las semanas posteriores, Israel cortó la entrega de suministros al enclave, algo que siguen haciendo en la actualidad, a pesar de que la Corte Internacional de Justicia (CIJ) emitió medidas provisionales en enero, marzo y mayo de 2024 ordenando a las autoridades israelíes que protegieran a la población de un genocidio.

«Las autoridades israelíes también han prohibido la entrada a Gaza de casi toda la ayuda relacionada con el agua, incluidos sistemas de filtración de agua, tanques de agua y materiales necesarios para reparar la infraestructura hídrica», manifestó en su comunicado, en el que recuerda que la ONU informó de que la población del norte de Gaza no tuvo acceso a agua potable entre noviembre de 2023 y abril de 2024.

Hassan exhortó a los gobiernos a no «contribuir a los graves crímenes que las autoridades israelíes están cometiendo en Gaza, incluidos crímenes contra la humanidad y actos genocidas, y deben adoptar todos los pasos posibles para evitar mayores daños».

Por último, la directora ejecutiva de HRW insistió en que «los gobiernos que están armando a Israel deben poner fin a su riesgo de complicidad en crímenes atroces en Gaza y adoptar acciones inmediatas para proteger a los civiles con un embargo de armas, sanciones y apoyo a la justicia».

Semanas atrás, otra organización, Amnistía Internacional, también acusó a Israel de estar cometiendo un genocidio contra los palestinos en el marco de su ofensiva contra la Franja de Gaza, en un informe en el que documenta que la población del enclave fue sometida de forma «deliberada» a condiciones destinadas a causar «su destrucción».

BB con Europa Press

Irán dice que los ataques israelíes en Yemen «violan el derecho internacional»

El Gobierno de Irán condenó «firmemente» los bombardeos ejecutados este jueves por Israel contra supuestos objetivos de los rebeldes hutíes en Yemen, que han dejado al menos nueve muertos, y recalcó que suponen «una violación flagrante del Derecho Internacional».

El portavoz del Ministerio de Exteriores yemení, Esmaeil Baqaei, afirmó que estos ataques suponen además una violación de la Carta de Naciones Unidas y que alcanzaron «infraestructura» civil, incluidas centrales eléctricas y el puerto de la ciudad de Hodeida.

Así, subrayó que «estos crímenes del régimen sionista son perpetrados con apoyo incondicional de Estados Unidos» y agregó que esto convierte a Washington en «cómplice» de las violaciones y crímenes de «la banda criminal en Tel Aviv», en referencia al Gobierno que encabeza Benjamin Netanyahu.

Baqaei destacó además «el honorable apoyo y solidaridad del pueblo yemení a la oprimida nación palestina» y añadió que la comunidad internacional tiene «la responsabilidad legal y moral de detener las agresiones del régimen sionista».

Por último, pidió «procesar y castigar» a los altos cargos de Israel responsables de «todos los crímenes especificados en el Estatuto de Roma del Tribunal Penal Internacional (TPI), particularmente los de agresión y crímenes de guerra», según un comunicado publicado por el Ministerio de Exteriores iraní.

Al repudio se sumó el Movimiento de Resistencia Islámica (Hamás), condenó los bombardeos «en los términos más firmes» y denunció que alcanzaron «instalaciones civiles». «Consideramos peligrosa esta escalada y una extensión de la agresión contra palestinos, sirios y la región árabe», ha dicho.