El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, designó hoy, a casi cuatro meses del final de su mandato, al diplomático Jeffrey DeLaurentis, actual jefe de misión estadounidense en La Habana, como próximo embajador del país en Cuba, aunque esa elección debe recibir la confirmación del Senado.
La designación de un embajador después de medio siglo sin ese cargo ocupado representa un paso enorme en la tarea de normalización de las relaciones bilaterales.
«Hoy estoy orgulloso de nombrar a Jeffrey DeLaurentis para ser el primer embajador de EEUU en Cuba en más de 50 años. El liderazgo de Jeff ha sido vital a lo largo de la normalización de las relaciones entre Estados Unidos y Cuba, y el nombramiento de un embajador es un paso adelante hacia el sentido común en una relación más normal y productiva entre nuestros dos países», remarcó Obama.
Para el mandatario, no hay ningún servidor público más adecuado para mejorar nuestra capacidad de comprometernos con el pueblo cubano y promover los intereses de Estados Unidos en Cuba que Jeff».
Resaltó además la carrera diplomática de DeLaurentis y su «amplia experiencia en Cuba y América Latina», así como su desempeño como jefe de la misión en La Habana desde agosto de 2014.
«Jeff ya está trabajando con Cuba en temas que hacen avanzar los intereses nacionales de EEUU, como la aplicación de la ley, la lucha contra las drogas, la protección del medio ambiente, la lucha contra la trata de personas, la ampliación de las oportunidades comerciales y agrícolas, y la cooperación en la ciencia y la salud», explicó.
Insistió Obama en que el diplomático se ha involucrado con el pueblo cubano, y ha expresado y defendido los valores estadounidenses para defender los derechos humanos en la isla, y reseñó la amplia experiencia de De Laurentis trabajando con las Naciones Unidas.
«Tener un embajador hará que sea más fácil abogar por nuestros intereses, y se profundizará nuestra comprensión, incluso cuando sabemos que vamos a seguir teniendo diferencias con el Gobierno cubano», agregó.
En esa línea, advirtió que «solo se perjudica EEUU no siendo representados por un embajador», en lo que pareció un mensaje al Senado, de mayoría republicana, que demora otras designaciones.
Estados Unidos y Cuba anunciaron el reinicio de sus relaciones en diciembre del 2014, y en julio reabrieron sus respectivas embajadas. A ese paso se sumó la visita de Obama a la isla, en marzo pasado.
Obama tomó la decisión a menos de cuatro meses de dejar la presidencia en manos de ganador de las elecciones presidenciales del 8 de noviembre en Estados Unidos, que disputarán su ex secretaria de Estado Hillary Clinton y el magnate republicano Donald Trump.