Múltiples incendios se desataron este miércoles en diferentes zonas de «La Jungla» de Calais, el mayor campamento informal de migrantes de Francia, en su tercer día de desmantelamiento, tras una noche en la que ya se habían registrado múltiples fuegos deliberados.
Columnas negras de humo se elevaban sobre el inmenso campamento de chabolas que está siendo desmantelado desde el lunes por las autoridades francesas.
En la calle principal del campamento, una camioneta de una asociación estaba envuelta en llamas. Los bomberos fueron desplegados pero no eran lo suficientemente numerosos como para sofocar en lo inmediato los incendios.
Cuatro migrantes afganos fueron arrestados este miércoles en relación con los incendios, informó la prefectura de Calais.
Varios migrantes salían corriendo de sus tiendas de campaña con algunas pertenencias bajo el brazo mientras las llamas se acercaban.
Algunos resguardaban bombonas de gas. Durante la noche, los incendios provocaron la explosión de al menos dos de éstas, dejando al menos a un migrante con heridas en los tímpanos.
«Alguien quemó nuestras carpas. Quizás utilizaron gasolina, no sé, pero los incendios se extendieron rápidamente. Tuvimos que huir en medio de la noche», contó Arman Jan, un afgano de 17 años.
«Tuve que dejar todas mis pertenencias, no me queda nada», agregó.
Según fuentes locales, estos fuegos son una «tradición, sobre todo entre algunas comunidades que tienen la costumbre de incendiar sus hogares antes de abandonarlos».
Este mismo fenómeno se constató en marzo pasado cuando fue desmantelada la zona sur de este inmenso barrio de chabolas del norte de Francia.
Las asociaciones que trabajan en el campamento habían advertido sobre la posibilidad de que se produzcan estos siniestros y habían distribuido decenas de extintores entre los migrantes.
El adjunto de la alcaldía de Calais, encargado de la seguridad, Philippe Mignonnet, se refirió por su parte a «fuegos maliciosos».
Últimas horas de la «Jungla»
Pese a los incendios, las operaciones de desmantelamiento de este campamento, en donde se hacinaban entre 6000 a 8000 migrantes, continuaban.
Las autoridades francesas prevén finalizar este miércoles las operaciones de evacuación, señaló a la AFP la representante local del Estado, Fabienne Buccio.
«Podemos cerrar el dispositivo esta noche», aseguró Buccio, en alusión a la evacuación que empezó el lunes. «No queda nadie en el campo. Todo el mundo está bajo resguardo», señaló.
Los migrantes, principalmente afganos, sudaneses y eritreos, que abandonaron sus países huyendo de conflictos y de la extrema pobreza, han sido trasladados en autobuses a centros de acogida repartidos en todo el territorio francés.
Desde el lunes, más de 3000 migrantes adultos han sido evacuados. Asimismo, más de 700 menores han sido realojados en un centro de acogida provisional, dentro del campamento, mientras se determina su situación.
Unos 1300 menores no acompañados residían en este asentamiento, de los cuales 500 aseguran tener familiares en Reino Unido.
Cerca de 200 ya han sido acogidos en Reino Unido desde principios de octubre, entre los cuales 60 niñas que corrían riesgo de «explotación sexual», indicó la ministra del Interior británica, Amber Rudd.
La presidenta de la ONG Save the Children, Carolyn Miles, instó a las autoridades francesas a garantizar la seguridad de estos menores y dijo que su situación es «escalofriante».
El desmantelamiento de este campamento, que se ha convertido en un triste símbolo de la crisis migratoria en Europa, fue anunciado por el presidente François Hollande en septiembre, a seis meses de las elecciones presidenciales en las que la inmigración se ha impuesto como uno de los temas principales.