Los barrios de la periferia norte de París volvieron a ser escenario por tercera noche consecutiva de disturbios generados por la violenta detención y posterior violación de un joven.
Los hechos ocurrieron durante la tarde del jueves de la semana pasada en la comuna de Aulnay-sous-Bois y derivaron en el arresto de cuatro agentes de policía, uno de ellos imputado por violación y otros tres por «violencia voluntaria».
Al menos 26 personas fueron detenidas anoche, cuando cinco vehículos fueron incendiados, al igual que algunos tachos de basura, y hubo tentativas de prender fuego a dos restaurantes que pese a la intervención de los bomberos, resultaron dañados, indicaron a la agencia de noticias EFE fuentes policiales.
Théo, un joven negro de 22 años de edad que estuvo entre los afectados cuando ocurrió la violenta detención, explicó a la cadena de noticias BFMTV que se acababa de cruzar con unos conocidos del barrio cuando «los policías llegaron y dijeron: todos contra la pared».
Según su relato, los agentes golpearon de inmediato a uno de los jóvenes y uno de ellos le introdujo por el ano una porra extensible, que le provocó desgarros por los que tuvo que ser operado. A raíz de los hechos, el Ministerio del Interior anunció el domingo la suspensión de esos cuatro funcionarios.
Por su parte, la Fiscalía, tal como recogen los medios franceses, indicó que los agentes quisieron controlar la identidad de una decena de personas sospechosas de vigilar puntos de venta de estupefacientes en esa localidad de la periferia de la capital francesa.
Durante el operativo, según la versión oficial, intentaron detener a ese joven, y usaron gas lacrimógeno y «una porra extensible» porque uno de ellos se resistió.
Las protestas, que comenzaron el sábado, recuerdan la ola de violencia que se desató en el otoño de 2005 en decenas de barrios conflictivos, poco después de que el entonces ministro del Interior Nicolas Sarkozy llamase «gentuza» a los jóvenes que los habitan y prometiera limpiar esas zonas con manguera.