El polémico dueño del grupo de milicianos privados Wagner, Yevgueni Prigozhin, protagonista hace exactamente dos meses de un extraño levantamiento contra el gobierno de Vladimir Putin, murió junto con otras nueve personas en la caída del avión Embraer Legacy 600 con número de matrícula RA-02795 cerca del pueblo de Kujenkino, en el distrito Bologovsky, de la región rusa de Tver. El hecho, de alto contrenido político, se produce a horas de que el ministerio de Defensa anunciara el relego del comandante en jefe de las Fuerzas Aeroespaciales de Rusia, Serguéi Surovikin, considerado un hombre cercano a Prigozhin y que participaba de lo que parece haber sido un intento de si no desplazar, al menos condicionar al presidente Vladimir Putin en relación con el curso de la guerra en Ucrania.
El caso despertó sospechas tanto dentro de Rusia como en el exterior por dos razones: la coincidencia entre el despido de Surovikin y el accidente y por otro lado, porque este jueves es un nuevo aniversario de la declaración de independencia de Ucrania de la Unión Soviética, en 1991. Desde hace varios días en el entorno del gobierno ruso se deslizaba que esperaban algún tipo de golpe de efecto fuerte de Kiev, como para torcer el pesimismo que se expande en vista del resultado de la contraofensiva de verano que se proponía recuperar parte del territorio que Rusia fue tomando en el sureste del país desde el operático iniciado el 24 de febrero de 2022.
Videos de canales de Telegram afines a Prigozhin muestran la caída de una aeronave como el Embraer, de fabricación brasileña, luego del impacto de un misil. Pero no hay garantías de que las imágenes se correspondan con el que iba de Moscú a San Petersburgo con siete de los mandos de Wagner y tres tripulantes a bordo. El empresario y examigo de Putin -que se inició como emprendedor vendiendo panchos en la ciudad fundada por Pedro I a fines del siglo XVIII- publicó un video un día antes desde un lugar que identificó como un poblado en África, donde el grupo Wagner hace tiempo que viene realizando operaciones militares en Malí y Burkina Faso. Tras el intento de rebelión, que duró un día, en que sus fuerzas cruzaron hacia Moscú, se suponía que Prigozhin se había radicado en Bielorrusia. Fue el refugio que le había garantizado el presidente Alexandr Lukashenko.
El Ministerio de Emergencias ruso, confirma la agencia Sputnik, dijo que las diez personas que viajaban en el avión fallecieron, mientras que Rosaviatsiya, la entidad que regula los transportes aéreos, comunicó que se inició una investigación por la catástrofe. Entre las versiones del hecho que inmediatamente comenzaron a circular figura la de un posible atentado ucraniano, como el asesinato de la hija del filósofo Alexandr Duguin, Darya Duguina, o el bloguero Vladlen Tatarsky, o incluso los misiles sobre el puente del estrecho de Kerch, en Crimea.
En canales cercanos a Prigozhin acusan, sin dar elementos de prueba, a los servicios de inteligencia rusa, a la que acusa de destruir “a quienes intentan cambiar algo para mejor”, colocando la rebelión del grupo miliciano en el marco de una movida para alertar a Putin sobre el curso de la guerra, que fue una de las hipótesis de ese largo día del 23 de junio pasado.
Sputnik, la agencia oficial rusa, informó, por otro lado, que Surovikin fue reemplazado provisoriamente por el coronel general Víctor Afzálov, quien era su segundo. Y que el militar destituido se tomó “unas vacaciones cortas” y será “trasladado a otro trabajo”.