Decenas de miles de personas se congregaron el sábado en la Plaza de la Bastilla, en París, para protestar contra la reforma laboral aprobada por decreto por el presidente francés, Emmanuel Macron, convocados por el líder izquierdista Jean-Luc Mélenchon.
Mélenchon, líder de Francia insumisa, se situó a la cabeza de la marcha junto a otros de los diputados de su formación, Francia Insumisa, como se podía ver en la foto que colgó en su cuenta de Twitter, con el mensaje: «¡Resistencia!» y «bravo a todos los asalariados en lucha por nuestros derechos».
Con ese mensaje, los convocantes afirman su oposición a la flexibilización del mercado laboral que firmó el viernes Macron, cuya victoria electoral en mayo se debió en parte a votantes de izquierda que lo apoyaron para evitar la victoria de la ultraderechista Marine Le Pen.
También se reclaman contra otras medidas, como la reducción de las ayudas a la vivienda o la entrada en vigencia del acuerdo de libre comercio entre la Unión Europea y Canadá (CETA), informó la agencia EFE.
Mélenchon denunció un «golpe de Estado social» y pidió la retirada de los decretos y condenó la forma en la que Macron aprobó las reformas al evitar el debate parlamentario, algo que el líder de de la izquierda describió como «autoritario».
Las protestas contra la reforma laboral, que ya entró en vigor, comenzaron el sábado, pero entraran en una fase más fuerte a partir del lunes con una huelga de sindicatos de camioneros que tienen intención de bloquear, en particular, depósitos de combustible.
Entre los decretos sobresalen varios por su carácter de anti-trabajadores, como un máximo en las indemnizaciones por despido improcedente, que ponen fin a la incertidumbre que tenían las empresas, ya que los jueces podían hasta ahora fijar el monto con libertad. Las medidas también facilitan el despido. El presidente afirma que los cambios son necesarios para competir en la economía global, mientras que sus rivales alegan que desmantela el estilo de vida francés.