Un puñado de mandatarios regionales a los que se sumó la vicepresidenta de la Argentina, Gabriela Michetti, compartió una cena con el presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, para discutir sobre la situación social y política de Venezuela. No había representantes del gobierno ni de la oposición del país bolivariano. El encuentro fue para tratar el modo de poner fin al chavismo cuando se abre el proceso de elecciones a gobernadores y avanza la Asamblea Constitucional. Y cuando se abre un diálogo en República Dominicana y cesaron las manifestaciones callejeras, que habían sido fuente de actos violentos.
Detalles de la reunión en Washington fueron revelados a la prensa por la propia Michetti, tras mantener el encuentro de casi dos horas con Trump y con los mandatarios de Brasil, Michel Temer; de Colombia, Juan Manuel Santos; y de Panamá, Eduardo Varela.
Según mencionó la presidenta del Senado, la comida comenzó con unas palabras de Trump en las que agradeció a los mandatarios su presencia en la cena y aprovechó para mencionar su preocupación sobre la crisis política que ocurre en Venezuela. Durante ese encuentro, el presidente estadounidense calificó al gobierno de Nicolás Maduro como una dictadura que provocó una crisis social y económica y mencionó que esa situación genera hambruna en el pueblo venezolano.
Luego de instar a sus invitados a presionar para cambiar la situación en ese país caribeño, anunció que los Estados Unidos tomarán medidas y agradeció los esfuerzos que están haciendo los países de la región frente a esa crisis.
Michetti dijo luego que en las cuatro posiciones quedó claro que los países que estábamos ahí estamos unidos sobre lo que pensamos de la situación de Venezuela.
Hay unanimidad absoluta de condenar lo que hace Maduro y el gobierno venezolano por su postura autoritaria y por la sistemática violación a los derechos humanos, indicó la vicepresidenta argentina. Aunque claro, habla de la unanimidad de esa mesaza ya que en otros organismos regionales, incluida la OEA, pronorteamericana, hubo consenso para aplicar sanciones contra el gobierno de Nicolás Maduro.
Los presidentes latinoamericanos instaron a seguir negociando una solución pacífica para los problemas en aquel país para cuidar mucho que el pueblo venezolano no sufra más consecuencias violentas. Al respecto, Trump les informó que también había hablado del tema con el presidente de China, Ji Xinpin; y con sus pares de Canadá, Justin Trudeau; y de México, Enrique Peña Nieto.
Cuando le tocó el turno de hablar, Michetti recordó que la Argentina mantuvo desde el inicio del gobierno de Mauricio Macri una muy vehemente condena a la violación de los derechos humanos y destacó que esa línea se va a continuar.
Según dijo luego Michetti, Trump aprovechó ese momento para hacer una mención especial frente a todos los otros presidentes de su relación con el presidente Macri, de la buena amistad que tiene con él y que apoya todo lo que está haciendo el mandatario argentino.
El presidente colombiano, Juan Manuel Santos, no fue tan violento en su amenaza a Caracas como el dueño de casa, ya que le advirtió a su par estadounidense que América latina no apoyará ningún tipo de «intervención militar en Venezuela».
«Reiteramos al presidente Trump, se lo reiteré yo y los demás países también, que cualquier intervención militar no tendría ningún tipo de apoyo de América latina», contó Santos anoche a un grupo de periodistas colombianos tras reunirse con el mandatario norteamericano.
«Nos preocupa muchísimo lo que está sucediendo, nuestro máximo interés es defender al pueblo venezolano, que sus derechos sean respetados, se restaure la democracia y discutimos la forma y necesidad de coordinarnos para tratar de producir una transición que sea pacifica, que mantenga la estabilidad y que sea democrática», añadió Santos.
El presidente de facto brasileño, Michel Temer, afirmó a su turno que hubo «coincidencias absolutas» con Trump. «Las personas que compartieron la cena quieren que en Venezuela se establezca la democracia. Es necesario que pronto haya una solución democrática en Venezuela», agregó.
Durante la cena «relaté que recibí a Leopoldo López, con quien he mantenido varios contactos (sin dar mayores precisiones) , recibí a su esposa, a su madre, para revelar la posición de Brasil frente a Venezuela», expresó Temer sobre su diálogo con la oposición al gobierno de Nicolás Maduro.
Temer arribó ayer a Nueva York donde hoy pronunciará el discurso de apertura de la Asamblea de Naciones Unidas.
Un gesto tradicional, ya que siempre ese cónclave internacional lo abre el representante brasileño en virtud de que Brasil fue el único país latinoamericano en enviar tropas a la Segunda Guerra Mundial