Luego de varios días de tensión, Estados Unidos y México han llegado a un acuerdo en el tema migración. Las amenazas del presidente Donald Trump de colapsar la economía del gobierno de López Obrador arancelando de manera escalada hasta un 25% los productos que el país azteca exporta a EE.UU., país al que dirige el 70% de sus ventas al exterior.
El tema migratorio es uno de los temas que desvela a Trump y uno de sus caballitos de batalla. En esa línea tuiteó que el acuerdo es “para detener la marea migratoria a través de México a nuestra frontera sur”.
Según el comunicado conjunto de este viernes, México buscará reducir la migración mediante un incremento «significativo de su esfuerzo de aplicación de la ley mexicana a fin de reducir la migración irregular, incluyendo el despliegue de la Guardia Nacional en todo el territorio nacional, dando prioridad a la frontera sur”. Olga Sánchez Cordero, secretaria de Gobernación, anunció que se reforzará la frontera con Guatemala con hasta 6000 efectivos de la Guardia Nacional. El aumento de la migración, según cifras mexicanas, alcanzó el máximo en casi veinte años.
El acuerdo incluye la inversión de Estados Unidos por 4.800 millones de dólares en apoyo al plan impulsado por México que busca fomentar el desarrollo y la inversión en el sur de México y Centroamérica para mejorar la calidad de vida de esa parte del mundo como manera de reducir los flujos migratorios.
El canciller Marcelo Ebrard informó que Estados Unidos permitirá retornar sin demora a México a los migrantes que solicitan asilo en aquel país mientras se resuelve su trámite. El arreglo tiene un plazo de tres meses para luego evaluar si las medidas acordadas dieron los resultados que la administración Trump espera.
El pacto que pone un punto en las tensiones entre ambos países no deja al gobierno de López Obrador bien parado, ya que tuvo que dar el brazo a torcer frente a las amenazas de de Trump y afianzar las políticas de sus antecesores.
«México, de acuerdo con sus principios de justicia y fraternidad universales, ofrecerá oportunidades laborales y acceso a la salud y educación a los migrantes y sus familias mientras permanezcan en territorio nacional, así como protección a sus derechos humanos», reza el comunicado.
Por su parte, Washington se compromete a acelerar la resolución de solicitudes de asilo y a ser lo más expeditivo posible.
Ambas partes estuvieron de acuerdo en que en caso de que las medidas adoptadas no tengan los resultados esperados, se tomarán otras adicionales y que las mismas serán «concluidas y anunciadas en un periodo de 90 días».