Médicos residentes se unirán este miércoles a una huelga en conjunto con sus colegas especialistas, que comenzaron una medida de fuerza para exigir mejoras salariales, un hecho sin precedentes en la historia del Servicio Nacional de Salud (NHS) del Reino Unido.
Esta acción conjunta surge en respuesta a la crisis que vive el sistema sanitario británico y al impacto de la inflación, que se mantiene en un 6,8% anual.
Durante meses ambas categorías profesionales realizaron huelgas separadas, causando la cancelación de miles de turnos y procedimientos.
Sin embargo, esta es la primera vez que se unen en una sola protesta que durará 48 horas, ofreciendo solo servicios de emergencia, mientras que lo residentes programaron la medida por tres días.
«Es imperativo alcanzar un acuerdo para poner fin a este conflicto y prevenir futuras huelgas, especialmente con la llegada del invierno», expresó el sindicato de la Asociación Médica Británica (BMA) en un comunicado.
Una ley polémica
Este llamado de atención se produce después de que el Gobierno anunciara una polémica ley que establece servicios mínimos en caso de huelga, generando resistencia y descontento entre los gremios médicos.
La huelga de los especialistas durará 48 horas, ofreciendo solo servicios de emergencia.
Mientras que los residentes se unirán el miércoles extendiendo la medida por tres días.
El jueves, los médicos residentes llevarán a cabo una huelga total, requiriendo que los especialistas ofrezcan cobertura.
Crisis en el sistema sanitario
Steve Barclay, ministro de Salud, dijo a la emisora Sky News, que valora el derecho a la huelga, pero aclaró que en el caso de los médicos, «deben equilibrar con el derecho de los pacientes a recibir atención médica esencial».
Por su parte, Matthew Taylor, de la Confederación NHS, expresó su preocupación, indicando que el Gobierno podría estar subestimando los riesgos asociados a las huelgas.
Desde diciembre, casi un millón de tratamientos y turnos, incluyendo atención oncológica, fueron reprogramados debido a las huelgas
«Si este Gobierno realmente valorara la seguridad de los pacientes, no habría debilitado el servicio de salud durante la última década», declaró Phil Banfield, presidente del consejo de la BMA.
Dijo que las restricciones a la actividad sindical son un ataque a la profesión y aclaró que la huelga es resultado de la falta de personal y de no valorar a los médicos, a quienes aplaudieron durante la pandemia.
«La solución es que el Gobierno presente una oferta salarial creíble y no se centre solo en los días de huelga», expresó.