El ex presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, llamó hoy a la formación de un frente de izquierda en el país y acusó al gobierno de Michel Temer de «destruir lo que construimos», durante un acto en solidaridad con el Movimiento de los Trabajadores Sin Tierra (MST) por la agresión policial sufrida por una escuela que pertenece a esa fuerza social.

«Tenemos que preocuparnos más por la criminalización de los movimientos sociales», dijo quien fue mandatario de Brasil entre 2003 y 2010, y agregó: «Este proceso se da en un país en el que las instituciones están totalmente desmoralizadas, el país perdió autoridad».

El acto se desarrolló en la localidad de Guararema, en el interior de San Pablo, donde la Policía Civil agredió a militantes del MST en la escuela Florestam Fernandes, que pertenece a esa organización social, informó el diario Folha de Sao Paulo.

Respecto a él, acusado en tres causas diferentes en el juicio conocido como Lava Jato, Lula manifestó: «Eso es lo de menos». Y complementó en tono jocoso: «Ya tengo 71 años y un caparazón de tortuga».

En su alocución, Lula llamó a la formación de un frente de izquierda, lo que configuraría un enorme cambio en el mapa electoral brasileño de cara a las elecciones presidenciales de 2018 en las que él mismo es el favorito en todas las encuestas previas.

Incluso, según varios analistas políticos, en el seno del izquierdista Partido de los Trabajadores (PT), del cual el ex obrero metalúrgico fue fundador, se está discutiendo desde hace un tiempo la forma de articular con otros partidos y movimientos de ideología semejante.

De esa forma, señalan los medios, se le daría un nuevo impulso a la sigla, debilitada luego de numerosos escándalos de corrupción y sumida en una crisis de identidad, tras la destitución de la ex presidenta Dilma Rousseff.

«Este es el momento de solidaridad con el MST», anunció el ex líder sindicalista. «Es la hora de construir algo más fuerte, de que cada uno deje sus problemitas de lado. No hablo de un partido; hablo de una entidad, un movimiento como fueron las ‘Direitas’. Necesitamos crear un movimiento para reestablecer la democracia en este país».

«Direitas Já» (Directas ya) fue el nombre de un movimiento civil surgido en Brasil en 1983 que abogó por la vuelta a la democracia en un país que gobernaba una junta militar, y que ejerció una enorme influencia en su época.

Además, exclamó: «Somos un país demasiado grande como para tener un gobierno elegido por una Cámara en forma ilegal».

Michel Temer, actual presidente del país, y quien fuera vicepresidente durante los mandatos de Rousseff, representa al centroderechista Partido del Movimiento Democrático Brasileño (PMDB), que mantuvo una extensa alianza con el PT hasta que finalmente lo sucedió en el poder tras un proceso de destitución.

Justamente, sobre la administración Temer, Lula señaló: «Efectivamente, ellos van a destruir lo que nosotros construímos. Fueron más fuertes que nosotros y mientras nosotros nos quedábamos gritando ‘fuera, Temer’, ellos fueron y sacaron a Dilma con un golpe».

Los años de gobierno del PT se caracterizaron por un activo papel del Estado, el fortalecimiento de un mercado interno local y el aumento del gasto público especialmente en las regiones más humildes del país.
El conservador Temer ya anunció en repetidas ocasiones que buscará desmontar parte de ese sistema.

En el Senado de Brasil incluso se está discutiendo una Propuesta de Enmienda Constitucional impulsada por el Ejecutivo que busca limitar el gasto público por los próximos 20 años en el país.