El presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, anunció que decretó la intervención federal a las fuerzas de seguridad en Brasilia tras los ataques que cientos de simpatizantes de su antecesor, Jair Bolsonaro, perpetraron esta tarde contra las sedes de los tres poderes públicos, en la capital, y advirtió que los «terroristas» que los protagonizaron «pagarán con toda la fuerza de la ley».
«Decreto la intervención federal en el distrito federal, que se limita al área de la seguridad pública, con el objetivo poner fin al grave comprometimiento del orden público», leyó Lula en un mensaje televisado.
La intervención en Brasilia será hasta el 31 de este mes y su objetivo es poner fin a los actos de violencia en los edificios del poder público.
Lula acusó a su antecesor, Jair Bolsonaro, al sindicarlo como responsable de la movilización golpista en Brasilia.
«Creemos que hubo falta de seguridad y quiero decir que todas las personas que hicieron esto serán encontradas y serán punidas», dijo Lula en Araraquara, estado San Pablo, donde estaba de visita por una tragedia de inundaciones.
«Lamentablemente, los que tenían que hacer la seguridad del distrito federal era la policía militar del distrito federal y no lo hizo; hubo una incompetencia, mala voluntad o mala fe, ustedes vieron las imágenes de cómo los acompañaban» a los manifestantes, comentó Lula. «Esos vándalos, que podemos llamar de nazis fanáticos, stalinistas fanáticos o mejor fascistas fanáticos, hicieron lo que nunca se hizo en este país», dijo en relación con los atacantes. Agregó que van a «descubrir quiénes son los financistas de estos vándalos que fueron a Brasilia», además de asegurar que «todos pagarán con la fuerza de la ley este gesto antidemocrático».
Agregó que van a «descubrir quiénes son los financistas de estos vándalos que fueron a Brasilia», además de asegurar que «todos pagarán con la fuerza de la ley este gesto antidemocrático». «Él estimuló la invasión a los tres poderes siempre que pudo y eso es responsabilidad de él», dijo Lula sobre Bolsonaro. «El agronegocio posiblemente también estuvo allá», comentó.
El líder del Partido de los Trabajadores mantuvo previamente una reunión de emergencia con sus ministros para tratar la situación en Brasilia, donde la turba de manifestantes asaltó las sedes del Congreso, el palacio presidencial de Planalto y el Tribunal Supremo Federal para exigir un golpe de Estado.
Lula mantuvo desde Araraquara mantuvo una reunión por videoconferencia con los ministros de Defensa, José Mucio Monteiro; de Justicia, Flavio Dino, y de Relaciones Institucionales, Alexandre Padilha. Lula se encontraba en esa localidad de San Pablo para comprobar en primera persona los daños causados la semana pasada por las intensas lluvias, que causaron la muerte de seis personas.
Fracaso en la desmovilización
El gobierno federal fracasó en su intento de desmovilizar los campamentos montados por los seguidores del ex presidente Jair Bolsonaro frente a la sede del comando del Ejército, en Brasilia.
Los manifestantes están en ese lugar y otros predios militares desde la victoria electoral de Lula y exigen a los militares que realicen un golpe contra el gobierno del Partido de los Trabajadores.
El miércoles pasado, el ministro de Justicia, Flávio Dino, afirmó que el viernes 6 las movilizaciones antidemocráticas estarían resueltas.