San Pablo
El ex presidente brasileño Luiz Inácio Lula da Silva, favorito para los comicios de 2018, afirmó que Brasil «perdió el respeto» de la comunidad internacional y acusó al gobierno de Michel Temer de «sacarle al pueblo todo lo que tiene» con el impulso a la reforma del sistema jubilatorio y las leyes laborales.
«Quiero que este país, que ya fue respetado, vuelva a ser respetado. Me da pena ver cómo tratan hoy al país. Antes, el brasileño tenía orgullo de mostrar su pasaporte. Brasil perdió el respeto, credibilidad y prestigio internacional. Se transformó en el país del golpe y de la corrupción», afirmó.
Durante su discurso ante el 12mo Encuentro Nacional de Agricultores Familiares en Brasilia, Lula convocó a la población a la marcha de mañana para protestar por el ajuste económico de Temer. «Hay que demostrarles que nuestras conquistas no pueden retroceder», dijo Lula, quien evitó anunciar que será candidato en 2018, ya que lidera las encuestas en todos los escenarios y ganaría en primera y segunda vuelta, de acuerdo a la última encuesta.
El ex mandatario se encuentra en Brasilia para declarar ante un juez de Brasilia que acogió una denuncia del ex senador Delcidio Amaral, que acusó a Lula de entorpecer a la justicia para ayudar a un delator corrupto confeso de Petrobras, el ex director Néstor Cerveró.
Lula dijo que creyó que «el golpe» contra la ex mandataria Dilma Rousseff, destituida en juicio político el pasado 31 de agosto, «era apenas contra el PT, pero no, el golpe fue porque a mucha gente le molesta que el hijo de un campesino pueda acceder a una universidad, y ahora ellos quieren retirar esa conquista».
El ex mandatario afirmó que «nadie en el gobierno» sabe vivir con un salario mínimo y buscan financiarse «con la reforma de las jubilaciones de los más pobres, porque ellos consideran a las jubilaciones como gasto y no como una inversión».
«Nosotros hemos creado 22 millones de empleos», dijo Lula al hacer un balance de su gobierno y el de Rousseff. Al despedirse, pidió a la dirigencia «alertar al pueblo sobre lo que está en juego» porque este gobierno «quiere sacarle al pueblo todo lo que tiene».
«Que nadie se crea que las federaciones industriales quieren una reforma laboral para mejorar las condiciones de trabajo. Ellos quieren reducir las conquistas que hemos conseguido en los últimos años», dijo.