Con el coro “se viene el correazo” (con música de “Se viene el estallido”, de La Bersuit Vergarabat) sonando de fondo y ante una multitud congregada en Manabí, el partido de la Revolución Ciudadana que lidera Rafael Correa, presentó su fórmula presidencial para participar de las elecciones anticipadas del 20 de agosto en Ecuador. La candidata a presidenta será la hasta ahora asambleísta, Luisa González, acompañada por Andrés Arauz, excandidato presidencial en 2021, derrotado por Guillermo Lasso en el balotaje. Ambos sonaban con firmeza entre los posibles integrantes de la fórmula, como adelantó Tiempo hace un par de semanas, aunque se creía que Arauz iba a encabezarla.
Previo a la proclamación, hubo un anuncio sorpresivo: la presidenta de Revolución Ciudadana, Marcela Aguiñaga, aseguró que el candidato elegido era Jorge Glas, exvicepresidente condenado y preso por un caso de supuesta corrupción del que un juez decretó, apenas este viernes, que es inocente. La magistrada admitió en su veredicto la causa constituyó una persecución enmarcada en el lawfare y le restituyó todos sus derechos.
Pero cuando se esperaba que anunciara formalmente su candidatura, tras un discurso sumamente elegioso de los gobiernos de Rafael Correa, sin olvidarse de la “traición” de Lenin Moreno y del gobierno de “ricachones de Lasso”, Glas, un correísta puro y duro de la primera hora, dijo que declinaba su postulación para no exponer a su partido a un revés judicial que entorpezca el proceso electoral. Se trató de una decisión sorpresiva e inesperada. Y, sin dudas, comparable en muchos términos con la tomada en Argentina por Cristina Fernández de Kirchner.
El renunciamiento
El propio Glas, allí mismo pidió permiso para proponer el binomio Luisa González-Andrés Arauz, lo que fue aprobado de inmediato por las autoridades partidarias y el resto de los presentes.
Se trata de una decisión que probablemente estaba tomada de antemano, incluso se vine pero que ante la novedad jurídica de Glas, se aprovechó la circunstancia y se buscó dar un gesto político y a la vez un espaldarazo a quien resistió estoico un proceso durísimo que puso en riesgo su salud y la de su familia.
Antes del cierre por parte de los candidatos, el propio Correa habló a través de un video en vivo desde Bélgica. En la trasmisión, calificó a González, su exjefa de Gabinete, de “generala” y destacó que Arauz, “con gran espíritu militante ha aceptado estar en el lugar que más útil es”, por sus conocimientos de economía.
Ante la posibilidad del recambio de gobierno tras el decreto de “muerte cruzada” del presidente Guillermo Lasso para evitar un inminente juicio político, el exmandatario exiliado en Europa, adelantó que la campaña para las próximas elecciones será “brutal” y “sucia”.
Y por otra parte, sobre el mismo final de su alocución también aseguró: “Vamos a volver a hacer patria, y a diferencia de los otros, que prometen, nosotros ya lo hicimos”. «
En México, ya se lanzan de cara al 2024
El triunfo histórico del oficialismo nacional para gobernar el populoso Estado de México precipitó la carrera electoral para 2024 y hoy mismo el Movimiento de Regeneración Nacional (Morena), partido del presidente Andrés Manuel López Obrador, empieza a delinear las estrategias para definir candidaturas y los ejes de una campaña en la que, por ahora, se autoprefigura exitosa. Tal como adelantó el viernes el presidente de la agrupación, Mario Delgado, el encuentro de este mediodía en un hotel de la Ciudad de México es el inicio de “la ruta que nos lleve al triunfo en 2024”. La victoria de la exministra de Educación, Delfina Gómez, por más de 54% y casi diez de diferencia con su única rival del domingo pasado no sólo puso fin a la hegemonía histórica del PRI en el distrito con el mayor padrón electoral del país, sino que insufló las aspiraciones del gobierno de AMLO para pensar, no tanto en su continuidad, impedida por la Constitución, sino la del proyecto que encabeza. La nueva gobernadora que asumirá en septiembre con un Gabinete con absoluta paridad de género, según prometió, es una dirigente de estrecha cercanía con el presidente, lo cual también fue interpretado como un apoyo indirecto a su gestión.
Ello también fue tomado en forma muy entusiasta por el ministro de Relaciones Exteriores, Marcelo Ebrard, que apenas dos días después de las elecciones anunció que renunciará al cargo para trabajar por su precandidatura presidencial. Erbard es también un funcionario muy cercano al presidente y con un alto perfil por las intensas relaciones internacionales de México en el mundo. Sin embargo no es el único ni el favorito para la sucesión del mando. Entre los principales contendientes están la alcaldesa de la capital mexicana, Claudia Sheinbaum, y el ministro de Gobernación (Interior), Adán Augusto López. Según diversas encuestas, Sheinbaum encabeza las preferencias para convertirse en la candidata de Morena, seguida por Ebrard.
El pasado lunes, López Obrador se reunió con los tres principales aspirantes y otros dirigentes oficialistas interesados en ser candidatos para definir las condiciones de la competencia interna, de cara a la reunión de hoy.