Los republicanos estaban más cerca de lograr un ajustado control de la Cámara de Representantes del Congreso de Estados Unidos, mientras que la mayoría en el Senado dependía de unas pocas y reñidas carreras tras las elecciones de mitad de mandato.
Aunque parciales, los resultados de los comicios ya han contradicho expectativas de una aplastante derrota del Partido Demócrata del presidente Joe Biden, debido al malestar con la alta inflación y con su gestión en sus dos primeros años de mandato.
Cualquiera de los dos partidos podría conseguir la mayoría en el Senado con triunfos en Nevada y Arizona, donde el recuento seguía muy parejo, aunque ya se vislumbra la posibilidad de que su control se decida en un balotaje en Georgia el mes que viene.
Según proyecciones de medios estadounidenses, ni el candidato demócrata Raphael Warnock ni el republicano Herschel Walker lograron suficientes votos en Georgia como para evitar una segunda vuelta el 6 de diciembre por esa banca clave del Senado.
Hasta ahora, los republicanos controlan 49 bancas del Senado y los demócratas, 48, sobre un total de 50 luego de las elecciones del martes pasado, en las que se pusieron en juego 36 bancas de la Cámara Alta.
En la Cámara de Representantes, donde se renovaron sus 435 escaños, los republicanos estaban con 209, a nueve de alcanzar la mayoría de 218, mientras que los demócratas sumaban 191, según proyecciones de CNN.
De las 35 carreras por bancas de la Cámara Baja que aún no están definidas, los demócratas lideraban el conteo en 24 y los republicanos, en 11, según la cadena de noticias.
Los demócratas necesitan 27 bancas para llegar a la mayoría de 218 y retener el control de la Cámara de Representantes. El partido del presidente llegó a los comicios con 222 votos en la Cámara Baja y una ventaja técnica de uno en el Senado.
El control del Congreso determinará el margen de maniobra de Biden para sacar adelante su agenda legislativa en los dos años que le restan a su mandato de cuatro.
Las amenazas de los republicanos
Los republicanos han prometido obstruir las prioridades de Biden y lanzar investigaciones contra él y su familia en caso de ganar la Cámara de Representantes, mientras que, con el control del Senado, podrían impedir al presidente nombrar jueces.
«Sin importar lo que muestre el escrutinio final de estas elecciones, y aún hay algunos recuentos en marcha, estoy preparado para trabajar con mis colegas republicanos», dijo Biden en sus primeras declaraciones públicas después de los comicios.
“El pueblo estadounidense ha dejado en claro, creo, que esperan que los republicanos estén preparados para trabajar conmigo también», agregó.
Los demócratas tuvieron un desempeño mucho mejor que el que indica la historia de estos comicios, que casi siempre favorecen al partido que está en la oposición.
Aunque los republicanos tomaran la Cámara de Representantes, no será por un margen tan amplio como en otras elecciones de mitad de mandato.
Los demócratas ganaron 41 bancas de la Cámara Baja en 2018, cuando era presidente el republicano Donald Trump.
El presidente demócrata Barack Obama perdió 63 bancas a manos de los republicanos en 2010, y los republicanos ganaron 54 en las primeras elecciones de mitad de mandato del presidente demócrata Bill Clinton, en 1994.
En la batalla por el Senado, el candidato demócrata Mark Kelly aventajaba al republicano Blake Masters por unos 95.000 votos en Arizona, donde aún faltaba contra unos 600.000, informó CNN.
En Nevada, el republicano Adam Laxalt lideraba la carrera frente a la senadora demócrata Catherine Cortez Masto. Unos 160.000 votos aún no habían sido escrutados, según estimaciones de los medios.