Desde el estrado oficial que le correspondía , la primera mujer Presidenta de Honduras en los doscientos años de existencia de la República, Xiomara Castro Sarmiento, respondió a la pregunta Quo Vadis Honduras? Y lo hizo con serena firmeza con convicción sin arrogancia.

Desde un gobierno “socialista democrático” se comprometió a relanzar el proceso truncado hace 12 años por el golpe militar que derrocó al expresidente Mel Zelaya e instauró un régimen dictatorial. Solo sirvió para frenar el proceso iniciado en pos de consolidar la nación independiente y soberana, reformar el estado e iniciar la construcción de una sociedad menos desigual e injusta, más solidaria y cohesionada, con unidad en la diversidad de grupos sociales, géneros y diversidades sexuales y étnicas

En el penoso balance del país que recibe Xiomara señaló cifras inequívocas. La narco dictadura de 12 años acrecentó la deuda en 700% y aumentó la pobreza en 74%. Como resultado, Honduras es hoy el país más pobre de Latinoamérica y carga con la pesada mochila de un endeudamiento impagable sino median decisiones políticas trascendentales.

Endeudamiento gigantesco del estado y empobrecimiento ilimitado en la sociedad. Toda una operación “made in Macri” que parecía trasladada desde Buenos Aires al corazón de Centroamérica, proporciones territoriales y demográficas guardadas.

 A miles de kilómetros de distancia, Xiomara buscará al igual que la dupla Fernández-Kirchner sustituir la tragedia de la deuda por el drama de su restructuración, el alargamiento de plazos y la facilitación de los pagos, mientras pone a funcionar la economía y procura la reactivación del consumo de abajo hacia arriba.

Y con generosidad sin concesiones excluyó la venganza, pero proclamó la necesidad de que la justicia se haga cargo de los responsables de tanta ignominia , incluyendo el envío al Congreso de una ley para sancionar a los ejecutores, cómplices y encubridores del golpe de estado del 2009.

Las prioridades de su gobierno fueron definidas claramente por Xiomara, educación , salud, seguridad y empleo. Como obstáculo principal para alcanzar eficaz y eficientemente esas prioridades, la presidenta señaló la corrupción y la impunidad. Por ello adelantó su interés en conseguir de la ONU el apoyo para una “CICIG” hondureña.

La dependencia encargada de la energía (ENEE) fue el ejemplo paradigmático que Xiomara exhibió como privatización del Estado y su transformación de  representante del bien común en “comité de negocios“ de un grupito de empresarios deshonestos y políticos corruptos.

Por ello las tarifas de luz que hoy son impagables para los “extremos pobres”. Se volvió uno de los temas estratégicos en la redistribución de los ingresos. Luz eléctrica será gratuita para un millón de hogares en extrema pobreza y lo financiarán los grupos de altos ingresos, que tendrán que subsidiar el consumo de los más pobres pagando tarifas más altas.

En educación Xiomara anunció el gradual reinicio de la presencialidad en las establecimientos públicos y la alimentación gratuita para los educandos pobres.

El acceso de las mayorías siempre postergadas a los servicios públicos que la humanidad alcanzó en el siglo XX es una obligación que el gobierno socialista democrático en el siglo XXI deberá garantizar

Para ello serán necesarios subsidios a los combustibles y una reforma inmediata del presupuesto que con la audacia y descaro de la dictadura saliente, quienes detentaron el poder ilegítimamente 12 años, pretendieron dejar como emboscada al gobierno de Xiomara, para continuar usando el principal instrumento económico del estado en beneficio de sus intereses y garantizar el fracaso del gobierno que se inicia.

La eliminación de la ley de las Zedez que la nueva gobernante definió como entrega de pedazos del territorio nacional a intereses agiotistas de empresario extranjeros y nacionales, mancomunados contra la nación, el estado y el pueblo de Honduras ,fue otra de las varias decisiones fundamentales del mensaje inaugural de la primera mujer presidenta de Honduras.

Un gobierno socialista democrático no le teme a la participación creciente del pueblo en los asuntos públicos. Por ello Xiomara en su mensaje anunció el envío al Congreso de una Ley de Participación Ciudadana, que regule la celebración de consultas populares periódicas sobre asuntos que interesan a la ciudadanía.

Junto con la ampliación de los derechos políticos, la presidenta juró solemnemente que el Estado que su gobierno liderará será garante de los derecho a la vida, a la libre opinión, a la organización social y política y a la participación.

Para todos los observadores de los acontecimientos en la posesión de Xiomara, el pueblo de Honduras y su lidereza dieron el 27 de enero otra lección de madurez democrática.

Los símbolos como la banda que Mel exhibió ( la que le arrebataron los golpistas el 2009) y la nueva banda que Xiomara lució son los capítulos de una sola historia con dos etapas de un destino que el pueblo hondureño está llamado a realizar.

La construcción de un estado nacional soberano, democrático, pacífico, integrado a centro y latinoamérica. De Morazán en el siglo XIX a Mel y Xiomara en el siglo XXI. Honduras tiene pueblo, propuesta y conductores.

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