En una sesión que duró 12 horas, la mayoría absoluta de los independentistas consiguió legislar las normas que desafían la autoridad del estado español.
Juntspel si (Juntos por el sí) la alianza del histórico partido Esquerra Republicana de Catalunya -que gobernó este país hasta el fin de la guerra civil- y el Partido demócrata de Catalunya, sumaron sus votos a los de la CUP, Candidatura de Unidad Popular -quienes enarbolan un programa anticapitalista y feminista- para sancionar sin oposición el referéndum de independencia.
Los partidos ya conocidos como el trio del no, en la oposición minoritaria, el PSC-PSOE, Ciudadanos (liberal de derecha) y el derechista heredero del franquismo, Partido Popular, hicieron lo imposible para retrasar un día la aprobación de esta ley. A final se retiraron del hemiciclo 53 representantes, sin votar, lado que consideran que es una violación de sus derechos como diputados y un acto ilegal.
La estrategia de la oposición buscaba retrasar la aprobación un día, hasta este jueves y de ese modo darle tiempo al Tribunal Constitucional de tramitar la petición del gobierno de Mariano Rajoy para anular el voto del Parlamento de Catalunya y así poder actuar penalmente contra el gobierno autonómico.
Se vivieron debates encendidos y el enfrentamiento se cobró la primera víctima parlamentaria, el izquierdista grupo denominado Catalunya sí que es pot, (Cataluña sí que puede) se rompió, cuando el portavoz de esa bancada se negó a compartir el turno de orador entre los integrantes de esa alianza de ex estalinistas y trotskistas.
El diputado Albano Dante Fachin, nacido en Rosario, y otros cuatro representantes de esta bancada se ausentaron del hemiciclo, en reprobación de su propio portavoz.
Mientras esto sucedía, el «Trio del no» intentaba sin éxito todo tipo de chicanas de procedimiento para alargar el trámite.
No lo consiguieron. Al momento de aprobar el referéndum, en 15 minutos se publicó en el diario oficial de forma digital, completando el trámite establecido por la legislación catalana.
En definitiva, la ley de Referéndum se aprobó por 72 votos a favor, 11 abstenciones y 0 en contra.
Derrotados en sus estrategias, los diputados del no se retiraron dejando banderas españolas y catalanas en sus escaños. Una diputada de Catalunya si que es pot retiró las españolas y así la foto de este momento histórico muestra que la mitad del parlamento estaba vacío.
La oposición no entró en el debate político sobre el derecho a la autodeterminación de la nación catalana. En todas las intervenciones combinaron argumentos de procedimiento con afán dilatorio con las amenazas del PP al presidente de la Generalitat, Carles Puigdemont.
Campaña publicitaria
A las 23.50 del miércoles se reunió todo el gobierno en una sala del Parlament y ante la prensa, firmaron la aprobación de la Ley y el decreto de convocatoria del referéndum para el 1º de octubre.
De esta forma el anunciado ataque judicial de Madrid debería actuar contra todos los integrantes de la Generalitat y todos los diputados que votaron, no solo contra el Presidente.
Minutos después, las emisoras públicas iniciaban la difusión de un anuncio televisivo llamando a votar el 1º de octubre.
Al cierre de esta crónica el Parlament seguía sesionando para resolver la designación de las autoridades electorales y la aprobación de los modelos de documentos de votación. Mientras tanto, cinco patrulleros de la Guardia Civil intentaban evitar que de una imprenta del interior de Catalunya salgan algunos de los documentos electorales.
Nada será igual
Como cantaba el uruguayo Daniel Viglietti, para bien o para mal, nada va a quedar igual en Catalunya. La sesión parlamentaria de este miércoles es un acto de desafío de estado. A partir de ahora se verá si el estado español esta totalmente en bancarrota o solo en parte. Si consiguen detener este proceso, retrasaran el camino a la independencia y seguramente a un costo elevadísimo.
Si en cambio Puigdemont logra continuar el calendario al referéndum, la crisis de España puede tener alcances históricos, incluso para la monarquía y seguro para el gobierno del PP.
No han pasado tres semanas desde los atentados yihadistas que conmovieron a Catalunya y el mundo. En esas jornadas dramáticas, la administración pública catalana realizó un ensayo general actuando como un estado.
Con una policía de las más eficaces de Europa, que liquidó a los autores materiales de la matanza. Con una gestión política de la crisis, en la que tuvo de interlocutores, de igual a igual a las cancillerías de una veintena de estados, Argentina incluida, dejando al gobierno de Rajoy en un segundo plano.
La situación más ilustrativa fue cuando Raúl Romeva, el consejero catalán de Asuntos Exteriores (un ex diputado europeo por los comunistas que habla 8 idiomas) tuvo que traducirle las conversaciones entre los cancilleres de la UE a Rajoy, quien sólo habla castellano y gallego.