Michel Temer destinó 4000 millones de dólares a su campaña para obtener la victoria en el Congreso que impidió que fuera suspendido como presidente. Pero ese no fue el único costo, ya que incluyó la fractura de la base oficialista, al dividirse el Partido de la Social Democracia Brasileña (PSDB) del expresidente Fernando Henrique Cardoso, quien calificó el triunfo de «pírrico».
El diario económico Valor informó que el gobierno benefició en 13 mil millones de reales (unos 4000 millones de dólares) al sector agroexportador con enmiendas parlamentarias y perdón de deudas, algo reclamado por el poderoso bloque ruralista de la Cámara Baja.
El gobierno debe rearmar ahora su mayoría parlamentaria para aprobar una reforma del sistema jubilatorio, único salvavidas que tiene a mano para enfrentar un déficit fiscal que se salió de control. El jefe de Gabinete, Eliseu Padilha, adelantó que para hacer frente al rojo fiscal proyectado para este año (de 139 mil millones de reales, unos 44 mil millones de dólares) el objetivo es votar la reforma del sistema jubilatorio, rechazada según las encuestas por más del 70% de la población.
Cardoso, aliado de Temer, desnudó que la sobrevida del gobierno no es tan clara, al calificar de «pírrica» la victoria en el Congreso, un mes después de haber pedido al jefe del Estado que dé un paso al costado.
Temer evitó ser suspendido por seis meses en el cargo porque 263 diputados necesitaba 172 votaron a favor de archivar la denuncia por corrupción que le hizo el fiscal general, Rodrigo Janot, en el marco del escándalo en el cual el presidente está acusado de pedir sobornos al empresario Joesley Batista, del grupo frigorífico JBS. Una sesión que quedará en la historia, además, porque el diputado Wladimir Costa, famoso por haberse tatuado el nombre de Temer en el hombro, fue fotografiado manteniendo un diálogo por WhatsApp con una mujer a la que le pedía que le enviara fotografías desnuda.
La expectativa, ahora, es que Janot presente una segunda denuncia por el mismo caso, pero por los delitos de lavado de dinero, según dijo el propio presidente de la Cámara de Diputados, Rodrigo Maia, número dos del país, del conservador partido Demócrata, que se mantuvo fiel a Temer. «Muchos de los asesores de Temer me han tratado muy mal», se quejó Maia luego de haber sido calificado de conspirador.
El escenario de la coalición que salvó a Temer incluyó la fractura de la base oficialista, ya que el PSDB de Cardoso apareció dividido. Es que mucho tiene que ver la perspectiva para 2018: dos de los considerados precandidatos del PSDB, el alcalde de San Pablo, Joado Doria, y el gobernador paulista, Geraldo Alckmin, jugaron en forma diferente sobre la denuncia de Temer. Doria aplaudió la continuidad del jefe del Estado mientras que Alckmin dijo que el partido debe permanecer en la base solo para aprobar la reformas.
Cardoso, presidente honorario del PSDB, dijo que «la victoria de Pirro» de Temer forma parte de un «sistema agotado» de representación, en vista de los escándalos de corrupción que han golpeado al titular de la fuerza en uso de licencia, el senador Aecio Neves, con pedido de captura por parte del fiscal general. «