El presidente de Ecuador, Guillermo Lasso, decretó la disolución de la Asamblea Nacional, un día después de que el Parlamento le iniciara un proceso de juicio político por presunta corrupción, y anunció su decisión de pedirle al Consejo Nacional Electoral «la convocatoria inmediata a elecciones».
El conservador Lasso afirmó en un mensaje a la nación que la Asamblea Nacional busca desestabilizar al Gobierno, la democracia y al Estado y que gobernará seis meses por decreto «para dar una respuesta a la crisis política que tiene entrampado al Ecuador».
«Todos los esfuerzos del Poder Legislativo están enfocados en desestabilizar al Gobierno con un juicio político infundado», dijo Lasso, que agregó que la Asamblea busca «usurpar todos los poderes del Estado».
El presidente afirmó que el Parlamento unicameral está impulsado por un «sobrehumano rencor», que sus ataques al Gobierno «no tienen límites» y que nunca pudo encontrar pruebas en su contra.
«Para dar una salida constitucional al Ecuador, he decidido aplicar el artículo 148 de Constitución de la República que me otorga la facultad de disolver la Asamblea Nacional por grave crisis política y conmoción interna», anunció, al tiempo que consignó haber solicitado al Consejo Nacional Electoral «la convocatoria inmediata a elecciones legislativas y presidenciales para el resto de los respectivos períodos».
«Para dar una salida constitucional al Ecuador, he decidido aplicar el artículo 148 de Constitución de la República que me otorga la facultad de disolver la Asamblea Nacional por grave crisis política y conmoción interna»Guillermo Lasso
Lasso informó que ya firmó un primer decreto ley de urgencia económica para reducir impuestos, y que será enviado, como los demás que adopte, a la Corte Constitucional para su dictado.
«El Ecuador no se detiene. Los servicios públicos atenderán con normalidad. Las Fuerzas Armadas y la Policía Nacional continúan garantizando la seguridad», dijo, y agregó que no habrá impedimentos para la actividad del sector privado.