La guerrilla de las FARC lamentó el rechazo al acuerdo de paz que negoció con el gobierno, en el plebiscito celebrado el domingo en Colombia, pero ratificó su voluntad de dejar las armas tras 52 años de un conflicto que deja millones de víctimas.
Las FARC «lamentan profundamente que el poder destructivo de los que siembran odio y rencor haya influido en la opinión de la población colombiana», dijo el jefe máximo de la guerrilla, Timoleón Jiménez, también conocido como Timochenko, en una declaración leída en La Habana, sede de las negociaciones del acuerdo desaprobado en las urnas.
Rodeado de otros comandantes guerrilleros, Jiménez no adelantó qué posición tomarán los rebeldes, pero abrió la opción de seguir insistiendo en una salida pacífica al enfrentamiento.
Las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) «mantienen su voluntad de paz y reiteran su disposición de usar solamente la palabra como arma de construcción hacia el futuro», afirmó el líder rebelde.
Los colombianos se opusieron al acuerdo que durante cuatro años negociaron el gobierno y la guerrilla marxista, en una muy reñida votación en la que el «No» ganó con el 50,21% contra el 49,78% del «Sí», según el último reporte de la autoridad electoral, en la que se registró una participación del 37,43%.
Jiménez agregó que por el resultado del plebiscito saben que su reto como movimiento político es todavía más grande y los requiere más fuertes para construir la paz estable y duradera.