No terminaron de cumplirse ni dos semanas completas desde su operación, que el Papa Francisco -de 86 años – retomo su febril agenda de actividades. Su primera aparición pública fue el domingo pasado donde, asomado desde la ventana del Palacio apostólico, realizo el tradicional Ángelus, el cual dedico al pasaje del Evangelio de Mateo en el que Jesús envía a los apóstoles a proclamar que “el reino de los cielos está cerca” (Mt 10,7).
En su reflexión, Francisco acentuó el consejo que, según Mateo, Jesús realiza a los apóstoles: “No decir muchas palabras, sino realizar muchos gestos de amor y de esperanza en el nombre del Señor”. A lo largo de la historia, muchas han sido las traducciones populares de estos pasajes: el criollismo acuño el mandato “mejor que decir es hacer”.
El martes por la mañana (20/6), Francisco recibió al presidente cubano Miguel Díaz-Canel. La reunión se realizó en el despacho adyacente al aula Pablo VI, extendiéndose por cuarenta minutos los cuales ocuparon una importante parte de la atención política internacional.
Luego de la reunión, el Vaticano público un escueto comunicado donde dejó trascender que se conversó sobre “la importancia de las relaciones diplomáticas entre la Santa Sede y Cuba” y “sobre en la situación del país y en la contribución que ofrece la Iglesia, especialmente en el ámbito de la caridad”.
A su vez, el comunicado remarco que se charló sobre la visita que Juan Pablo II realizo a Cuba en 1998. La primera visita de un Papa a la isla luego del triunfo revolucionario, evento del que se cumplieron 25 años.
Es la tercera vez desde el triunfo de la Revolución que un mandatario cubano viaja al Vaticano. La primera visita la realizo Fidel Castro en 1996, como parte del acercamiento de la isla a la Santa Sede. La segunda, la realizó Raúl Castro en 2015.
Fe y política cubana
La constitución cubana establece al estado como laico y expresa que “reconoce, respeta y garantiza la libertad religiosa» manifestando que «las diferentes creencias gozan de igual consideración», prohibiendo todo tipo de discriminación religiosa.
Sin embargo, la relación entre las instituciones religiosas y el Estado no siempre fue pacífica. Con el triunfo de la Revolución la desconfianza mutua entre las instituciones religiosas y el estado fueron creciendo. Fuertemente influenciada por la doctrina oficial de la Unión Soviética, la naciente revolución vio con recelo la fe y prohibió que los miembros del PC pudiesen ser religiosos. A su vez, instituciones religiosas, principalmente la iglesia católica, adoptaron un activo rol organizador de movimientos contrarrevolucionarios.
Una de esas operaciones contrarrevolucionarias fue la denominada “Operación Peter Pan”. Entre 1960 y 1962, la Iglesia Católica junto a la CIA organizaron una campaña de propaganda donde afirmaban que el flamante gobierno revolucionario le quitaría la custodia de los niños a sus padres. De esta manera, prometiendo cuidar de esos niños, lograron llevarse de manera clandestina a 14.000 niños desde Cuba hacia los Estados Unidos. Pese a las promesas, esos niños nunca fueron reunidos con sus padres.
No exento de tensiones, hacia 1985, tomando una distancia critica del proceso que se venía llevando a cabo en la Unión Soviética –la Perestroika-, Fidel se propuso promover lo que denomino un “proceso de rectificación de errores y tendencias negativas” criticando lo que consideraba que había sido una copia acrítica del modelo soviético hasta ese momento. Es en ese periodo que Fidel empieza un proceso de acercamiento con líderes religiosos.
En 1985 el estado cubano publicó el famoso libro “Fidel y la Religión”. Una larga conversación entre Fidel y el religioso brasileño Frei Betto, miembro de la teología de la liberación. A la vez, se organizan una serie de charlas televisadas entre los líderes religiosos y los funcionarios estatales. Finalmente, en 1991, el PCC modificó sus estatutos permitiendo que religiosos formasen parte del partido.
Actualmente existen en la isla más de 1.850 organizaciones e instituciones religiosas registradas en el país, según el Ministerio de Justicia. Las cuales albergan alrededor de 1,5 millones de personas. La posición política de estas instituciones es diversa, muchas han son activas opositoras al proceso revolucionario –la mayoría articuladas contra el nuevo código de familias- mientras que otras, como el Centro Memorial Martin Luther King o el Movimiento de Estudiantes Cristianos se declaran socialistas.
Fieles cubanos
Si bien no existen cálculos oficiales, la Iglesia Católica estima que el 60% de la población está bautizada. Sin embargo, esta cifra puede ser engañosa.
“Es común encontrar personas que fueron bautizadas y que a la vez estén iniciadas en la santería o que celebran festividades como el día de Santa Bárbara o Changó perteneciente a la tradición yoruba, ambas de raíces africanas” explica Ileana Limonta, especialista en religiones en Cuba y actual directora del Centro de Investigaciones Psicológicas y Sociológicas (CIPS).
Para Ileana, el concepto de sincretismo religioso no es suficiente para describir la complejidad religiosa en Cuba. Afirmando que se debería hablar de una multirreligiosidad cubana de raigambre popular.