La reina Isabel II de Inglaterra se quejó de la inacción de algunos de los líderes mundiales para abordar la crisis climática y se mostró «irritada», al criticar a quienes «hablan pero no hacen», al referirse a la cumbre internacional sobre el clima que se celebrará el próximo mes en Glasgow. Los comentarios de la monarca británica, que no suelen ser públicos, fueron capturados por una cámara durante una conversación informal con la duquesa Camila de Cornualles, esposa del príncipe Carlos, y Elin Jones, la presidenta del Parlamento de Gales, en la inauguración de un edificio del órgano constitucional en Cardiff.
La monarca asistirá también a la próxima Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Clima COP26 que se celebrará en Glasgow a fin de mes en Glasgow, dijo que no sabía quién asistirá a la cumbre. «Extraordinario, ¿no? He estado escuchando todo sobre la COP. Todavía no sé quién vendrá, ni idea», se la escuchó decir, en el audio que fue transcripto a los periodistas y reprodujeron los principales medios británicos. Luego se informó que agregó: «Solo sabemos de las personas que no vienen. Es realmente irritante cuando hablan, pero no lo hacen». Sus comentarios surgen a medida que crecen las informaciones sobre la posibilidad de que el presidente de China Xi Jinping, no asista a la conferencia, según el Times de Londres.
Este viernes por la mañana, en declaraciones a la cadena de televisión Sky News, el ministro de Transporte británico, Grant Shapps, aseguró que los países que no asistan a la cumbre climática COP26 en Glasgow no serán «centrales». «Si los países no vienen, serán los valores atípicos en lugar de ser centrales para esto y la mayoría de los países quieren ser relevantes para esto», dijo sobre la cumbre, que comienza el 31 de octubre. Dijo que ya hay una gran cantidad de compromisos, incluida la venida del presidente de Estados Unidos, y una gran cantidad de personas que vendrán.
Según consignó la emisora, los organizadores de la cumbre, temen que la decisión del presidente de China, Xi Jinping, de mantenerse alejado sea un preludio para que el país, el mayor emisor de gases de efecto invernadero del mundo, decida no establecer nuevos objetivos para reducir las emisiones. Se espera que en la cumbre, los países sean instados a incrementar los esfuerzos para cumplir el objetivo de mantener el aumento de la temperatura global muy por debajo de los 2 grados centígrados e intentar limitarlo a 1,5 grados centígrados, el nivel a partir del cual se sentirán los peores impactos del cambio climático.