Beijing, China
Donald Trump se equivoca si pretende imponer su visión «fantasiosa» a China, avisa este martes la prensa del país asiático, que atacó al futuro presidente estadounidense cuyas declaraciones dejan entrever un posible cambio estratégico de Washington.
Los tuits de Trump «disimulan su verdadera intención: tratar a China como un pedazo de carne de cordero y cortar una tajada», dijo sarcástico el diario en inglés Global Times, cercano al Partido Comunista.
«Quiere saquear a otros países para asegurar la prosperidad de Estados Unidos», acusó furibundo.
Tras haber aceptado el viernes una llamada de la presidenta taiwanesa Tsai Ing-wen, el multimillonario acusó el domingo a Beijing de «devaluar» su moneda para mejorar sus exportaciones y de «construir un gran complejo militar en el mar de China meridional».
El Gobierno y los medios oficiales chinos achacaron, en un primer momento, los errores de Trump a su «inexperiencia».
Pero este martes, la prensa se mostró preocupada por sus posiciones y acusó a Trump de subestimar las consecuencias de sus actos.
Un editorial del Diario del Pueblo, portavoz del Partido Comunista, descartó que los tuits de Trump sólo sean fruto de la «inexperiencia» o la ingenuidad.
«Algunos dicen que Trump no tiene experiencia en diplomacia o asuntos militares», pero «en realidad no es que sea ignorante, tiene sus propias posiciones», afirmó el periódico.
La conversación con Tsai Ing-wen fue fruto de «largos meses de preparación y debates» en el seno del equipo del futuro presidente, aseguró el domingo el diario estadounidense The Washington Post, citando a distintos consejeros del multimillonario.
La presidenta de Taiwán «estuvo muy pronto en la lista» de dirigentes extranjeros que había que contactar, explicó Stephen Yates, exresponsable de la seguridad nacional, que aseguró que el previsible enfado de Beijing fue anticipado por Trump.
Varios fervientes defensores de Taiwán, deseosos de mejorar las relaciones con la isla, forman parte del círculo de Trump, entre ellos, el próximo secretario general de la Casa Blanca, Reince Priebus.
«Es evidente que los colaboradores de Trump, empezando por Priebus, tuvieron contactos repetidos con Tsai en los últimos meses y sabían perfectamente lo que hacían», opina Trey McArver, analista del centro de reflexión China Politics Weekly.
«Novato en diplomacia»
La prensa china parece haber reaccionado con retraso al posible cambio estratégico que se avecina.
El Global Times sigue indignándose, en su versión china de las «provocaciones» de un dirigente «incapaz de cerrar la boca», pero denuncia sobre todo en un editorial las «intenciones» ocultas de Trump.
«Trump hace mucho ruido pero no puede abstraerse de las reglas de juego de las grandes potencias. No tiene los recursos suficientes para manipular a su antojo a China», insistió ese periódico.
«Beijing responderá si sus acciones violan los intereses chinos», añadió.
El republicano ya había multiplicado los ataques contra el país asiático y su política comercial durante la reciente campaña electoral en Estados Unidos, prometiendo incluso aranceles de 45% sobre las importaciones chinas.
Por su parte, el diario estatal China Daily recomendó a ese «novato en diplomacia» que siga un curso rápido en realpolitik.
«Trump puede despreciar al personal diplomático de Washington, pero tendrá que dominar la verdadera realidad de las relaciones internacionales, no su visión fantasiosa, antes de utilizar el escalpelo», añadió.
«Cuando habla como presidente electo Trump puede esperar cierta indulgencia. Será diferente cuando sea presidente» en funciones, advirtió China Daily.