La policía británica detuvo a 12 personas como parte de una amplia investigación del atentado islamista que anoche dejó siete muertos y 48 heridos en Londres, mientras estudia conexiones de los tres autores del ataque, que fueron abatidos rápidamente por fuerzas de seguridad.
El atentado, el tercero en tres meses en el Reino Unido, volvió a conmocionar al país a pocos días de las elecciones, y aunque la primera ministra, Theresa May, ratificó que los comicios serán el 8 de junio, los principales partidos políticos suspendieron sus campañas de manera temporal.
Aunque los agresores murieron, los investigadores trataban de determinar si contaron con ayudantes, y May advirtió que el país enfrenta un riesgo creciente de que este tipo de actos extremistas empiecen a ser copiados cada vez más por otras personas. El ataque, que duró unos pocos pero terroríficos minutos, comenzó hacia las 22, cuando una furgoneta blanca se subió a la vereda a 80 kilómetros por hora y arrolló a un grupo de peatones cerca del concurrido Puente de Londres, una de las atracciones turísticas de la ciudad.
Tres hombres salieron del vehículo armados con cuchillos y vistiendo falsos chalecos explosivos y comenzaron a atacar a indefensas personas en bares y restaurantes en el cercano marcado de Borough, asesinando o hiriendo a sus víctimas a sangre fría, según autoridades y testigos.
«Uno de ellos gritó ‘Esto es por Alá’, y tenían a una mujer en el piso. La estaban apuñalando», dijo el testigo Gerard Vowls a la cadena ITV News, relatando cómo una cálida y calma noche de primavera se convirtió en un baño de sangre.
Empleados de un bar hicieron una barricada con mesas en la entrada para impedir el ingreso de los atacantes, que intentaron sin éxito romper los gruesos ventanales del negocio, contó otro testigo, que no quiso identificarse, al diario sensacionalista The Sun. «Vi como apuñalaban a un hombre cinco veces en el pecho», dijo este testigo, y agregó que los agresores llevaban pequeñas garrafas o bombonas de gas adosadas al tronco, algo con lo que, según informó hoy la policía, buscaban simular que poseían cinturones explosivos.
La comisaria jefe de Scotland Yard, Cressida Dick, informó que la policía tardó ocho minutos en abatir a los atacantes desde que recibió las primeras llamadas pidiendo ayuda y recalcó que se reforzó el número de patrullas en Londres para garantizar la seguridad. Ocho agentes de policía mataron a los agresores disparando «unas 50 balas», dijo el jefe de la unidad antiterrorista de Scotland Yard, Mark Rowley, quien indicó además que en adelante habrá más «medidas físicas» en los puentes de la capital británica.