La pandemia de coronavirus mató más policías en Brasil que la violencia criminal durante 2020 y también alejó del trabajo por enfermedad a uno de cada cuatro agentes de las fuerzas de seguridad, concluyó hoy un relevamiento en base a datos oficiales del Foro de Seguridad Pública de ese país. El informe realizado por el Núcleo de Estudio de Violencia de la Universidad de Sao Paulo (USP) afirma que el año pasado 465 policías murieron por Covid-19, un número que equivale a más que el doble de los 198 agentes que fallecieron en las calles.
Según los datos oficiales obtenidos con la Ley de Acceso a la Información, 126.154 policías fueron apartados por enfermedad por haber sido infectados en algún momento de 2020, es decir, un 25% del total de las fuerzas de seguridad que dependen de los estados. Los estados con más policías fallecidos por la pandemia fueron Río de Janeiro, Amazonas y Pará, estos dos últimos en el norte amazónico.
La pandemia en Brasil, que mató a poco más de 383.000 personas según el último balance, con un promedio diario entre 2700 y 3000 muertos desde mediados de marzo, dejó a los policías expuestos, indica el informe. «La gestión de la pandemia por parte del Gobierno nacional parecía ignorar al agente de seguridad que trabaja en contacto con la población y tiene riesgo constante de contaminación y de transmitir el virus a sus familiares», dijo Bruno Manso, del Núcleo de Estudios de Violencia de la USP.
En marzo, dos meses después del inicio de la vacunación, los policías comenzaron a ser inmunizados junto con los docentes en los principales estados.