Tras el repudio por el anuncio de la instauración de la ley marcial, la marcha atrás y el rechazo de la comunidad política internacional e incluso de los propios, el presidente de Corea del Sur, Yoon Suk Ye enfrenta ahora la renuncia de funcionarios, un llamado a huelga general y la amenaza de ser destituido.

El principal partido de la oposición surcoreana, el Partido Demócrata, presentará este jueves una moción de censura contra el mandatario, después de que se viera obligado a levantar en cuestión de horas la polémica ley marcial que decretó con el objetivo de «erradicar a las fuerzas afines a Corea del Norte» tras el rechazo absoluto de la Asamblea General.

«La declaración de la ley marcial por parte de Yoon es una clara violación de la Constitución. Es un grave acto de rebelión y una razón perfecta para un juicio político«, reza una resolución emitida por la formación y recogida por la agencia de noticias estatal Yonhap.

En sintonía, la Confederación Coreana de Sindicatos, la mayor organización sindical de Corea de Sur, declaró este miércoles una huelga general indefinida, exigiendo la dimisión inmediata del presidente en respuesta a la ley marcial.

El sindicato hizo un llamamiento a los ciudadanos para que se unan a la huelga y los convocó a una «protesta masiva» en la plaza Gwanghwamun, en el centro de la capital, Seúl, en lo que ha descrito como el inicio de una «acción de emergencia a nivel nacional».

La tensión significó además una escalada de precios de los insumos básicos, ante el miedo de los comerciantes a la instauración de la medida. Según informó el diario The Korea Herald, hubo una disparada de hasta 300% en los precios escenciales.

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La crisis se profundiza tras la renuncia del ministro de Defensa surcoreano, Kim Yong-hyun, quien no solo presentó su dimisión sino que también pidió disculpas a los ciudadanos y al presidente asumiendo «toda la responsabilidad por la situación de la ley marcial», ya que fue él quién aconsejó tomar esa decisión, según un comunicado recogido por la agencia de noticias Yonhap.

Hasta el momento renunciaron al menos diez asesores del mandatario, incluido su jefe de personal presidencial, Chung Jin-suk, informó Yonhap. Además de este han presentado su renuncia el asesor de seguridad nacional, Shin Won-sik, y el jefe del personal presidencial para políticas, Sung Tae-yoon.

Además de la numerosa bancada opositora del Partido Demócrata, que reúne a más de 40 diputados, otras agrupaciones impulsan el juicio político. «El presidente cometió un acto equivalente a la traición al movilizar al Ejército. Está claro que no puede permanecer en el cargo ni un momento más», señaló el líder del Partido de la Reconstrucción de Corea, Hwang Un-ha.

«La Asamblea Nacional debería concentrarse en aprobar la moción lo más rápido posible para suspender inmediatamente las funciones del presidente», declaró.

Previamente, el líder del gubernamental Partido del Poder Popular, Han Dong Hoon, instó al presidente a dar explicaciones y había pedido la dimisión del ministro de Defensa, lo que finalmente ocurrió, así como una rendición de cuentas para aquellos responsables de la crisis.

Yoon había anunciado la ley marcial en un inesperado discurso a la nación en el que acusó a la oposición de simpatizar con el régimen de Corea del Norte después de que la oposición sacase adelante en el Parlamento una medida presupuestaria y presentara mociones de destitución contra varios altos cargos.

BB con Europa Press y Sputnik