La oposición venezolana reiteró que no asistirá a las próximas reuniones de diálogo con el gobierno al alegar que el presidente Nicolás Maduro no cumplió con su parte del acuerdo. La postura fue prácticamente avalada por la Iglesia Católica, que advirtió sobre la «gran oscuridad» que cubre al país, denunció que una «ola de represión y persecución política lesiona gravemente» el ejercicio de la democracia y se declaró a favor de una rápida salida electoral. Lo curioso es que el máximo jefe de la organización religiosa, el Papa Francisco, es el principal impulsor de los encuentros entre ambas partes.
«No tiene sentido reunirse con quien incumple su palabra», señaló el secretario ejecutivo de la coalición de partidos de oposición, Mesa de la Unidad Democrática (MUD), Jesús Torrealba. Además, aseguró que el gobierno se comprometió a liberar a los denominados presos políticos y a paliar la crisis humanitaria.
Sin embargo, la delegación oficialista aseguró que en el acuerdo del 12 de noviembre no se establecieron estos puntos, y mantiene que en Venezuela «no hay ni presos políticos, ni crisis humanitaria».
Esta semana la situación se enrareció después de que la Asamblea Nacional (AN) declaró que el presidente Nicolás Maduro incurrió en «abandono del cargo» y de que un comité «antigolpe» creado por el gobierno desatara una ola de detenciones de opositores bajo la acusación de conspiración y tenencia de armas y explosivos. Dos días más tarde, el Tribunal Supremo de Justicia declaró nulas todas las resoluciones adoptadas por el Parlamento.
El gobierno y la oposición de Venezuela iniciaron el 30 de octubre un proceso de diálogo para resolver la crisis política, promovido por el Vaticano. Sin embargo, en su primera declaración pública con tal grado de virulencia contra el gobierno chavista, la Iglesia argumentó que «el pueblo clama por un cambio profundo de la orientación política del país que sea producto de la decisión del pueblo soberano: o el Socialismo del Siglo XXI, ausente de la Constitución, o el sistema democrático establecido en la Constitución. El país exige un itinerario electoral.»
En la exhortación pastoral publicada bajo el título «Jesucristo luz y camino para Venezuela», los obispos y arzobispos reiteraron que hay cuatro condiciones imprescindibles para que continúe el diálogo entre el gobierno y la oposición. Las dos primeras condiciones son las de «aliviar la grave crisis de abastecimiento de comida y medicinas que está sufriendo la población» y que «las partes concuerden el calendario electoral que permita a los venezolanos decidir sin dilaciones su futuro».
También pidió que «se tomen las medidas necesarias para restituir cuanto antes a la AN el rol previsto en la Constitución», supuestamente conculcado, y que «se apliquen los instrumentos legales para acelerar el proceso de liberación de los detenidos».
El documento también se lamentó por los resultados «decepcionantes» del diálogo político en Venezuela, en el que la Iglesia aceptó participar como facilitador por invitación del gobierno y de la oposición, con la contribución de un grupo de expresidentes convocados por la Unasur.
Por su parte, el chavista Jorge Rodríguez, jefe de la delegación del gobierno en la debilitada mesa de diálogo con la oposición, aseguró que el Papa Francisco «persiste en acompañar» esta iniciativa. «Uno de los resultados del diálogo es que él mismo colaborará a que la paz se instale en nuestro país, pero (los opositores) convocaron nuevamente a derrocar el gobierno, sin embargo seguiremos persistiendo a que se mantenga el diálogo para consolidar la paz», sostuvo.
Rodríguez indicó que en el encuentro que mantuvieron los delegados del gobierno el pasado viernes con el enviado papal para el diálogo venezolano, monseñor Claudio María Celli, este les comunicó que el Pontífice persiste en acompañar las conversaciones entre el Ejecutivo y la oposición. «
Críticas para una sola de las partes
En la exhortación pastoral publicada el viernes bajo el título «Jesucristo luz y camino para Venezuela», los obispos y arzobispos se despacharon sin filtro contra el gobierno de Nicolás Maduro, entrando de lleno en la crisis política que vive el país caribeño.
«Sólo en regímenes totalitarios se desconoce la autonomía de los poderes públicos y se impide la libre manifestación de la ciudadanía», protestó la Iglesia, que señaló que «muchas son las razones que han conducido al país a la actual situación».
«La causa fundamental -siguió- es el empeño del gobierno de imponer el sistema totalitario recogido en el Plan de la Patria (llamado Socialismo del Siglo XXI), a pesar de que el sistema socialista marxista ha fracasado en todos los países en que se ha instaurado, dejando una estela de dolor y pobreza.»
«Nunca antes habíamos visto tantos hermanos hurgar en la basura en búsqueda de comida», advirtieron. «El deterioro extremo de la salud pública, la alta desnutrición en los niños, la ideologización en la educación, el altísimo índice de inflación con la consecuente pérdida del poder adquisitivo y la corrupción generalizada e impune.»
«Esta cultura de muerte en la que estamos sumidos configura un estado de acciones y decisiones moralmente inaceptables que descalifica éticamente a quien lo provoca, mantiene o justifica», agregaron sin hacer referencia alguna a las marchas violentas de la oposición.