La Fuerza Interina de las Naciones Unidas para Líbano (FINUL) informó de una nueva
violación de Israel contra su posición cerca de la aldea de Kafr Kila, en el sureste del país, en horas en que se profundiza la campaña ofensiva en ese país.

FINUL indicó en una declaración que pacificadores que se encontraban en una posición cercana a Kafr Kila observaron un tanque Merkava de las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) disparando contra una atalaya de la organización, lo que destruyó dos cámaras y dañó la torre.

«Volvemos a ver un ataque directo y aparentemente deliberado contra una posición de Finul», indicó la fuerza de mantenimiento de paz de la ONU.

Unifil también recordó a «las FDI y a todos los actores sus obligaciones de garantizar la seguridad del personal y propiedades de la ONU y de respetar la inviolabilidad de las instalaciones de
la ONU en todo momento».

En los últimos días, las fuerzas israelíes han atacado posiciones de Finul en Líbano en varias ocasiones, lo que ha dejado pacificadores heridos y ha generado críticas de la comunidad internacional.

En horas en que recrudece la ofensiva en Líbano, el Ejército afirma haber destruido 150 posiciones de Hezbolá en el sur del país, donde ha «eliminado» a 45 «terroristas» del grupo y destruido edificios utilizados para fines militares y varios sistemas de lanzamiento de cohetes.

Este jueves afirmaron haber eliminado a un comandante de batallón de Hezbolá en una serie de ataques perpetrados contra zonas del sur.

Desde el 8 de octubre de 2023, Hezbolá y el ejército israelí han intercambiado ataques en toda la frontera libanesa-israelí, en medio de la preocupación por un conflicto más amplio, mientras
continúa la guerra entre Hamas e Israel en la Franja de Gaza.

bb con NA y Europa Press

Más de 400 mil cruzaron hacia Siria por la guerra

Más de 400.000 personas escaparon de Líbano y cruzaron la frontera hacia Siria para huir de la escalada de la violencia en suelo libanés, donde las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) incrementaron drásticamente sus ataques estas últimas semanas para hacer frente a la amenaza que representa el partido-milicia Hezbolá.

La Agencia de la ONU para los Refugiados (ACNUR) estima que unas 405.000 personas llegaron a territorio sirio desde el 24 de septiembre, en su mayoría mujeres y niños. Un 70 por ciento fueron identificados como ciudadanos de Siria, muchos de ellos refugiados que previamente habían salido de su país para escapar de la guerra.

Naciones Unidas advirtió que estos desplazados tienen necesidades humanitarias «urgentes», ya que en su mayoría carecen de los bienes más básicos, incluso de un refugio donde guarecerse. Parte de estas personas recala en centros habilitados a nivel local o están siendo acogidos por comunidades.

El Consejo Noruego para los Refugiados (NRC) también comparte esta preocupación, ya que como recuerda su directora regional, Angelita Caredda, «Siria está al límite después de 13 años por conflicto» y la ayuda actual no alcanza ante el «desplazamiento masivo» derivado de la escalada en el país vecino.

«Es una crisis dentro de múltiples crisis», ha lamentado, en un comunicado en el que ha señalado que miles de personas cruzan la frontera a pie y transportando apenas unos pocos enseres. Este flujo masivo, además, ha comenzado a dejar ya una subida en los precios de los alimentos básicos o del alquiler de viviendas.

«Ya no podemos ver la situación en Oriente Próximo como una serie de conflictos aislados y crisis de desplazamientos. El fracaso político amenaza con desestabilizar toda la región y condenar a millones de personas a una catástrofe»,  lamentó Caredda.