Para Stella Calloni, el golpe de noviembre de 2019 contra Evo Morales, cometido con la ayuda inestimable de la OEA “mediante la acción directa de su secretario general, Luis Almagro, es un modelo novedoso dentro del esquema de Guerra Contrainsurgente de Baja Intensidad (GBI). La periodista, autora de Golpe en Bolivia: Washington ordenó, la OEA ejecutó, detalla de manera pormenorizada cómo se gestó y se concretó la salida de Morales del poder tras casi 14 años de gestión exitosa y elecciones limpias y transparentes.

En un texto certero y con profusión de datos, Calloni –que en su momento investigó el Plan Cóndor– cuenta la campaña realizada en el Congreso de EE UU para demonizar la figura de Morales mediante falsas denuncias. Pero no deja de lado la participación de los gobiernos de Brasil, Chile y la Argentina de Mauricio Macri: “No solo estuvo implicado el gobernador de Jujuy sino la diplomacia nacional”.

Su último libro culmina con un extenso reportaje a Morales, exiliado en Buenos Aires, luego de poner en negro sobre blanco cada operación y cada movimiento que terminó con la renuncia de Evo y su vice, Álvaro García Linera, en noviembre del año pasado. Sin dejar de lado la intervención del uruguayo Almagro para deslegitimar los comicios que habían dado ganador a Morales unas semanas antes. “Detrás de Evo hay una larga historia, de la que faltan muchos registros, porque el opresor nunca deja que esa voz portentosa salga de la tierra y lo desafíe. Hay que imaginar, solo imaginar, las siderales distancias que existen entre un hombre que nace en la pobreza y vive en las alturas de la montaña, acostumbrado a escuchar los avisos de la naturaleza, cuyos antepasados han sido despojados de todo, pero nunca de su cultura e identidad», escribe Calloni.

La periodista, que ya había escrito una biografía del líder cocalero, cuenta modo hasta procaz la injerencia de los gobiernos de EE UU en Bolivia. Y cómo el liderazgo de Morales se había convertido en un obstáculo para sus planes de explotación de recursos