María Eugenia Vidal sorprendió esta semana con los cambios que realizó en su gabinete, en un giro estratégico pensado en clave electoral. Con flamante superministro y resuelta la vacante en Infraestructura, la gobernadora dejó sin cubrir el Ministerio de Producción y abrió todo tipo de especulaciones.
Los enroques que digitó Vidal a once meses de asumir buscaron reforzar el perfil político del equipo de gobierno. El ascenso de Federico Salvai, quien pasará de ministro de Gobierno a flamante jefe de Gabinete, es un reconocimiento a quien la convenció de ponerse el traje de presidenta del PRO bonaerense para consolidar su liderazgo. Ahora, más allá del juego político, el funcionario ocupará el rol de coordinador de todos los ministerios.
Joaquín De la Torre, actual ministro de la Producción, reemplazará a Salvai y ocupará así el rol que Vidal pensó para él cuando lo convocó, el de armador y puente con los intendentes, en especial con los peronistas. Esta estrategia ha despertado fuertes quejas de los otros socios de Cambiemos, la UCR y Elisa Carrió.
En el entorno de De la Torre admiten que no esperaban el salto al Ministerio de Gobierno ahora sino «en marzo» y remarcan en tren de acallar críticas internas que el hombre de San Miguel «tiene relación con cien intendentes de los 135 que hay en la provincia.
Roberto Gigante, que ocupa hoy el Ministerio de Coordinación y Gestión Pública, estará al frente de Infraestructura. Ocupará el cargo que deja Edgardo Cenzón, quien ya había avisado que se va. Es un área clave para Vidal; la obra pública será la vidriera de la mandataria provincial en la campaña. Gigante, como Cenzón, mantiene un perfil bajo y técnico, más gerencial que político. Hasta ahora era el encargado de controlar la ejecución presupuestaria de cada ministerio.
Con los cambios, la gobernadora vuelve sobre los pasos que había dado cuando asumió. En diciembre de 2015, cuando envió la primera reforma a la ley de Ministerios, eliminó la Jefatura de Gabinete, que había creado Daniel Scioli, argumentando que no quería un cargo que concentrará tanto poder y que, además, había que recortar los cargos políticos. Creó, a su vez, el Ministerio de Coordinación como una novedosa estructura destinada a controlar la gestión; ahora la disolverá.
Para ejecutar las modificaciones, Vidal enviará este lunes la quinta modificación a esa ley desde que asumió: a la original le siguió una en enero para cambiar el nombre de Asuntos Agrarios a Agroindustria; otra en mayo cuando se aprobó la emergencia administrativa y la última en agosto cuando se dividió el Ministerio de Producción y Ciencia en dos para hacerle lugar a De la Torre. El organigrama nuevo implicará también cambios en el proyecto de Presupuesto 2017.
El sillón de Producción no tiene titular aún. El gobierno evalúa opciones y también piensa en esa cartera como moneda de negociación con otros sectores. Entre las posibilidades que trascendieron en estas horas están la fusión con el Ministerio de Agroindustria, que conduce Leonardo Sarquís, o con Economía, que dirige Hernán Lacunza, como una forma de resolver internamente la vacante. Otra opción sería dejar al actual viceministro, Agustín O’Reilly, exgerente de Arcor que llegó a la administración de la mano de De la Torre.
Las negociaciones también alcanzaron al espacio del titular de la Cámara de Diputados de la Nación, Emilio Monzó, con quien Vidal cenó el jueves en tren de aflojar la tensa relación que mantienen desde la campaña 2015. Hubo sondeos previos con la intención de dejar el cargo a un dirigente del monzonismo pero no hubo buena recepción y por eso el tema, aseguran desde ambas partes, no se tocó en la comida. Los radicales, por su parte, también tienen interés en volver a ocupar esa cartera que estaba bajo su control cuando era un solo ministerio junto a Ciencia y Técnica, bajo la órbita de Jorge Elustondo.
Vidal terminó el día en que resolvió los cambios con una buena noticia, sino la mejor en mucho tiempo: la procuradora general María del Carmen Falbo deja su cargo en diciembre. Desde hace meses que el gobierno buscaba la salida de la jefa de los fiscales. Eso la obliga a mover otra ficha en su equipo, ya que el candidato a reemplazar a Falbo es el secretario Legal y Técnico, Julio Conte Grand, y ese lugar quedará vacante . «