La audiencia preparatoria para el juicio contra el expresidente de Ecuador, Rafael Correa, por la supuesta vinculación con el secuestro en Bogotá de un exasambleista opositor que debía realizarse este martes 23, fue postergada para el próximo 7 de noviembre. Una sala de la suprema Corte Nacional de Justicia (CNJ) a cargo de la causa lo informó el jueves sin ofrecer mayores detalles y alegando «cuestiones inherentes a la Sala».
La postergación coincidió con una ofensiva comunicacional del propio Correa y su equipo en la que se expusieron las «mentiras» de un caso que el exmandatario califica de «show» montado por el gobierno de Lenín Moreno para perseguirlo y por el que adelantó que planteará «juicios por fraude procesal». Correa también había anunciado que este sábado iría a realizar su clásico «enlace digital» desde Bruselas, donde se encuentra desde que finalizó su mandato el año pasado, en el que presentaría las pruebas de «las mentiras» de los testigos y las «extorsiones» contra los declarantes para incriminarlo, sin embargo, coincidentemente con la postergación de la audiencia, Correa pospuso su contacto en directo para el próximo sábado 27.
No obstante, en los días previos señaló en las redes que, a pesar de que no le corresponde recolectar pruebas, tiene la información suficiente para exponer que «ha quedado más que demostrado que detrás de este caso está la mano del gobierno nacional, ya no lo pueden ocultar, lo han reconocido».
Entre otros elementos, Correa presentó documentación para demostrar que el principal testigo, el exagente Luis Raúl Chicaiza, mintió. «La primera mentira de Chicaiza es que se reunió tres veces conmigo. Lo desmintió su propio abogado», dijo. Bajo el régimen de «cooperación eficaz», similar a la «delación premiada» brasileña, Chicaiza había declarado que la orden del supuesto secuestro fue dada por el extitular de la Secretaría Nacional de Inteligencia, Pablo Romero, y por Correa.
El expresidente expuso también que el asesor presidencial de Moreno, Santiago Cuesta, «viajó a España para contactar a Romero para decirle que si no me incriminaba le iban a llover las acusaciones e iba a tener prisión por muchos años, es decir a extorsionarlo. Esto lo ratificó el propio abogado de Romero».
Hace un mes, la Fiscalía pidió ante la CNJ que llame a juicio a Correa al acusarlo de ordenar el secuestro del exdiputado Fernando Balda en Colombia en 2012. De prosperar el pedido, el exmandatario sólo deberá responder si es llevado ante los tribunales, pues la ley impide su juzgamiento en ausencia. En julio pasado, después de que Correa se negara a presentarse cada 15 días en juzgados de Quito, la jueza Daniella Camacho dispuso la prisión preventiva y pidió circular roja de Interpol contra Correa y Romero. Ambos siguen en libertad en Europa y Correa evalúa pedir asilo en Bélgica.