Al menos ocho productores de coca murieron el viernes en la brutal represión desatada en el departamento boliviano de Cochabamba, en el centro del país, agravando la tensión en las protestas contra el gobierno de facto de Jeanine Áñez instalado el martes pasado, según informó la radio sindical cocalera. El golpe encabezado por Carlos Mesa, Luis Camacho, la policía y el ejército, que mediante una extravagante carambola terminó con Añez autoproclamándose presidenta ya cuenta 21 muertos y más de 500 heridos.
La represión se produjo luego de que el grupo de cocaleros intentaron traspasar el cordón dispuesto en el puente Huayllani, en la región de Sacaba, en los ingresos a la convulsionada ciudad de Cochabamba. La Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CISH) condenó el uso desproporcionado de la fuerza policial y militar en Cochabamba. «Las armas de fuego deben estar excluidas de los dispositivos utilizados para el control de las protestas sociales”, expresó en un comunicado a las horas de que se hiciera conocida la masacre y cuando algunos medios bolivianos y algunos argentinos daban cuenta de las muertes.
En una radio local, que logra traspasar la censura impuesta por el régimen golpista, los compañeros de los manifestantes asesinados en Sacaba lloraban a sus muertos y pedían que se hiciera pública esta información. “Queremos denunciar que además están quemando nuestra infraestructuras. Nuestra policía y Fuerzas Armadas han cometido traición a la patria. Buscan matarnos como a pájaros. Las organizaciones sociales queremos que la comunidad internacional intervenga, que tome cartas en el asunto. Nosotros los más humildes siempre hemos practicado la democracia. Nuestro hermano presidente nunca reprimió y nosotros vamos a hacer más fuerza”, expresó un manifestante durante el masivo velorio.
Evo Morales expresó por tuiter su rechazo desde México deonde se encuentra exiliado: “Condeno y denuncio ante el mundo que el régimen golpista que tomó el poder por asalto en mi querida Bolivia reprime con balas de las Fuerzas Armadas y la Policía al pueblo que reclama pacificación y reposición del Estado de Derecho», ha indicado en su cuenta de Twitter”.
El comandante departamental de la Policía, Jaime Zurita, citado por la Agencia Boliviana de Información, informó que hay más de 100 aprehendidos y decenas de heridos por la represión policial y militar en esa marcha de cocaleros que ingresó al municipio de Sacaba y pretendía llegar a la plaza 14 de septiembre de la ciudad de Cochabamba. Además indicó que la institución sólo usó agentes químicos, aunque dijo que los militares tenían armamento letal.
Me llega este video de la tremenda represión policial que tiene ahora lugar en Cochabamba ???????????? pic.twitter.com/ZvvgffAOse
— Juan Manuel Karg (@jmkarg) November 15, 2019
«Acaban de confirmar el deceso de dos compañeros en el hospital Viedma, que se suman a los cinco muertos que fueron llevados al hospital de Sacaba», reportó la radio sindical Kausachun Coca citando reportes médicos.
La radio de los sindicatos que lidera el presidente depuesto Evo Morales dijo que los dirigentes de la marcha dispersada antes de ingresar a la ciudad de Cochabamba aseguraron que todas las muertes habían sido causadas por impactos de bala.
Condeno y denuncio ante el mundo que el régimen golpista que tomó el poder por asalto en mi querida Bolivia reprime con balas de las FFAA y la Policía al pueblo que reclama pacificación y reposición del Estado de Derecho. Ahora asesinan a nuestros hermanos en Sacaba, Cochabamba.
— Evo Morales Ayma (@evoespueblo) November 15, 2019
La violencia en el municipio de Sacaba, punto de llegada a Cochabamba desde la región productora de coca de Chapare, coincidió con un anuncio de Áñez de que dictará «medidas constitucionales» para enfrentar a los que definió como «grupos subversivos armados» que estarían detrás de las persistentes protestas contra su asunción presidencial. Las medidas represivas se agudizan para sostener su origen ilegítimo.