Después de que se oficializara la candidatura de Hillary Clinton en la Convención del Partido Demócratas, esta noche se presentará el presidente estadounidense, Barack Obama, para potenciar la campaña de quien fuera su Secretaria de Estado y para también defender su legado después de ocho años de gestión.
Aunque Obama substituyó a Clinton al frente de su aparato diplomático para su segundo mandato, en el proceso interno para las elecciones de este año no dejó dudas de su apoyo, a pesar de mantener una formal neutralidad en la disputa.
La esposa de Obama, Michelle, ya ofreció el lunes un antológico discurso de apoyo a Clinton en la jornada inicial de la Convención Demócrata, poniendo en una perspectiva histórica la eventual llegada de una mujer a la Casa Blanca.
Se tratará, además, de una oportunidad para que Obama utilice todo el peso de su popularidad para lograr la unidad del partido detrás de la candidatura de Clinton.
En este sentido, ese esfuerzo de Obama por la unidad partidaria sería una contribución esencial en lo que le resta de mandato.
Desde la Casa Blanca, y en función de su investidura, Obama se empeñó en ayudar a la campaña de Clinton de una manera indirecta, criticando al millonario Donald Trump, que será el adversario de la candidata demócrata en las elecciones de noviembre.
En declaraciones a la cadena NBC, Obama alertó este miércoles que los demócratas deben mantenerse atentos hasta que todos los votos sean contados, y presten atención a la amenaza que representa la abstención de votar.
«Mi consejo a los demócratas -y no tengo que darle este consejo a Hillary Clinton porque ella lo sabe bien- es que se mantengan preocupados hasta que todos los votos estén depositados y contados, porque uno de los peligros en una elección es esa gente que no toma el desafío seriamente, que se queda en casa y terminamos obteniendo otra cosa», dijo.