La renuncia de Pedro Pablo Kuczynski deja a la Cumbre de las Américas en un limbo. Y a los mandatarios de la derecha latinoamericana en el problema de decidir cómo harán para presentarse en Lima a un encuentro en que iban a cuestionar duramente al gobierno venezolano con el telón de fondo del escándalo político que estalló en Perú. El propio PPK nunca cesó de lamentarse de haber hecho acuerdos con el fujimorismo en diciembre para salvar el pellejo a cambio de indultar a Alberto Fujimori. Ahora, ¿víctima? de rencillas familiares debió dejar el cargo y lo peor del caso es que el expresidente ya no volverá a prisión para cumplir su condena por delitos de lesa humanidad. «El Chino», como se lo conocía, finalmente se salió con la suya y más allá de las diferencias que muestran sus hijos entre ellos, Keiko y ese sector político son los árbitros de una situación más parecida a una comedia que a una disputa política.
En diciembre, PPK quedó a las puertas de la destitución luego de que la brasileña Odebrecht reconociera haber pagado casi 800 mil dólares a la firma Westfield Capital, de la que el presidente era consultor. Si bien el caso era anterior a su paso a la política para presentarse como candidato, el problema es que PPK no lo había declarado e incluso cuando se supo oficialmente, intentó negarlo.
Cuando el caso comenzó a crecer, el fujimorismo, con mayoría parlamentaria, vio la ocasión de limarle el poder a Kuszynski, un empresario con marcado acento extranjero hijo de un médico alemán que escapó del nazismo y de una tía del cineasta francés Jean-Luc Godard, o sea que es primo del director de Sin aliento. Nacido en Lima, PPKtuvo una educación de alcurnia en Oxford y Princeton. Se ve que el cine le va, porque está casado con Nancy Lange, prima de Jessica Lange. Cuando él mismo se sintió «sin aliento», el mandatario se reunió con Kenji Fujimori, el hijo menor del expresidente.
El joven de 37 años le garantizó apoyo a cambio de indultar a su padre, condenado a 25 años de prisión por matanzas cometidas durante su gestión por tropas estatales del denominado Grupo Colina. Pero los cuatro hijos del presidente también aparecieron en otro juicio por apropiación de fondos públicos. Es que las carreras universitarias en Estados Unidos habían sido solventadas por dinero proveniente del presupuesto estatal.
El 22 de diciembre, el Congreso convocado para tratar la destitución de PPK por el caso Odebrecht terminó por darle una segunda oportunidad, ya que los «destituyentes» necesitaban 87 votos para echarlo y sólo sumaron 79. La argucia de las abstenciones de disidentes del partido Fuerza Popular fue un guiño que PPK interpretó al dedillo y el día de Navidad le dio un «indulto humanitario» a Fujimori, que padece de cáncer.
Pero Keiko, la hija mayor y candidata a la presidencia contra PPK perdió por apenas 41.057 votos en balotaje- no se habría quedado conforme con ese arreglo, a pesar de que su padre salió de la prisión. Así fue como lograron una cámara oculta donde se ve a Kenji preguntándole a un congresista «¿qué es lo que tú quieres: ¿obras para tu región, desarrollo, progreso?». La revelación de la compra de apoyo legislativo pudo ahora lo que antes no había podido el caso Odebrecht y PPK renunció un día antes de que su caso volviera al Congreso.
Lo sucederá Martín Vizcarra, primer vicepresidente y hasta ahora embajador en Canadá. Este ingeniero y expresidente regional de Moquegua fue ministro de Transporte de PPK desde el 28 de julio de 2016, cuando asumió el nuevo gobierno, hasta mayo de 2017, cuando debió dejar el cargo en medio de denuncias por una obra en el aeropuerto de Chinchero. En octubre recibió el placet para ser embajador en Canadá. En diciembre volvió apurado ante la posibilidad de que PPK fuera destituido. Ahora se le dio. «
La venganza de Venezuela
El gobierno argentino evaluaba con el de Colombia los pasos a seguir ante la crisis política en Perú. Pensada como la oportunidad para arremeter contra las autoridades venezolanas ante este nuevo proceso eleccionario propuesto por Nicolás Maduro, la Cumbre de las Américas era al foro ideal para hablar de la supuesta falta de democracia en el país bolivariano y desprestigiar la convocatoria a comicios, pospuesta hasta mayo por las autoridades.
El llamado Grupo de Lima, creado con el objetivo de cambiar el régimen de gobierno en Venezuela, integrado por Argentina, Brasil, Colombia, Perú y México, entre otros, había declarado a Maduro «persona no grata» en la Cumbre del 13 y 14 de abril próximos. Pedro Pablo Kuczynski, incluso, dijo que no sería bienvenido.
Maduro respondió que de todas maneras iría. Ahora, replicó que «a PPK se le quemaron las manos. Nos venía a hablar de ética y moral a nosotros. Y le estalló en la cara la pudrición de la corrupción «, dijo. Y en tono de burla, recordó que debido a este escándalo, el que no va a la Cumbre es el peruano.