La Convención Constituyente (CC) de Chile publicó este domingo el primer borrador de la nueva Carta Magna, de 499 artículos y 160 páginas, que será plebiscitado el próximo 4 de septiembre, después de que en la noche del sábado concluyera la redacción del texto.
Luego de 103 sesiones en el pleno, la CC dio por terminadas las votaciones de artículos que ahora son parte del borrador de un nueva Carta Fundamental.
“Marcamos un hito muy importante, estamos contentos de anunciar formalmente el cierre del debate constitucional después de 103 sesiones de pleno”, expresó la presidenta de la convención, María Elisa Quintero.
“Con este pleno, no solo se cierra el debate constitucional, sino que se cumple otro hito en este proceso, cumpliendo con todos los plazos establecidos”, agregó.
El borrador aprobado postula que «el Estado reconoce y promueve una sociedad en la que mujeres, hombres, diversidades y disidencias sexogenéricas participen en condiciones de igualdad sustantiva», informó el diario local El Mercurio.
También apunta a que todos los órganos estatales, “empresas públicas y semipúblicas deberán tener una composición paritaria que asegure que al menos el 50% de sus integrantes sean mujeres”.
Además, el artículo 10 impulsa la prohibición a la “devolución por la fuerza a las fronteras” de personas que hayan solicitado asilo o sean refugiados extranjeros, una iniciativa propuesta por la bancada opositora Vamos por Chile.
También cuenta con un artículo, el 101, con el objeto de poner fin al Estado subsidiario vigente y reemplazarlo por un “Estado Social y Democrático de Derecho”, y otro, el 253, tendiente a asegurar «las condiciones para un embarazo, una interrupción voluntaria del embarazo, parto y maternidad voluntarios y protegidos».
Asimismo, se postula un “pluralismo jurídico”, para permitir la creación de tribunales para los pueblos indígenas que coexistirían coordinados en un Sistema Nacional de Justicia; autonomía de las regiones y la creación de un Consejo de la Justicia que velará por el funcionamiento de los tribunales.
Este documento pasará el martes próximo a la Comisión de Armonización, formada por 40 constituyentes, que revisará la redacción y realizará sugerencias para que quede concordante y coherente.
Trabajará en paralelo con las Comisión de Preámbulo, encargada de elaborar el texto que abre la carta magna, y Comisión de Normas Transitorias, a cargo de los artículos transitorios necesarios para la transición entre una y otra Constitución.
Esta instancia tendrá menos de un mes para presentar sus observaciones al pleno, que deberá llevar a cabo las votaciones finales para presentar el texto definitivo para ser votado en el Plebiscito de salida el 4 de septiembre.
Si es rechazado, seguirá vigente la impuesta por el dictador Augusto Pinochet.
Según el ministro de la Secretaría General de la Presidencia, Giorgio Jackson, «el escenario está abierto».
«Mientras no se cuente el último voto, tratar de adivinar cuál va a ser el resultado es jugársela muy rápido por una proyección. Pero ojalá se decida desde la información y no desde la desinformación, y esa es nuestra tarea como Gobierno», agregó, informó el diario chileno.
Asambleístas también se expresaron tras el cierre del debate. Valentina Miranda, del Partido Comunista, manifestó que «se cierra una etapa de este proceso democrático y hermoso», y exclamó: «Tenemos el borrador. Estoy feliz a pesar de todo, meses de intenso trabajo dan sus frutos».
Constanza Schonhaut, del bloque Convergencia Social, declaró: «Con mucha emoción, ya tenemos el borrador de nueva Constitución. Una herramienta para responder a los anhelos de cambios y para mejorar la vida de las personas en Chile».
En tanto, Giovanna Roa, de Revolución Democrática, celebró el cierre del debate constitucional «luego de 10 meses de arduo trabajo y construido de forma democrática. Se despacha a armonización».
Sin embargo, también hubo reacciones no favorables. Este fue el caso de Harry Jürgensen, de Renovación Nacional (RN), quien dijo que «la propuesta es una Constitución estatista, separatista y generadora de pobreza» y agregó: «Nos obligaron a votar en contra de la mayoría de las normas».
Por su parte, Arturo Zúñiga, de la Unión Democrática Independiente (UDI), expresó que «el 4 de septiembre, mes de la patria, es la oportunidad de mantener abierto el debate constituyente, no aprobando el ‘trabajo’ de quienes votaron desde la ducha, se quieren adueñar de los ahorros para la vejez y mintieron con el cáncer».
El proceso constitucional chileno surgió de un acuerdo político transversal en noviembre de 2019 después de un estallido social y masivas protestas contra las desigualdades. Casi un año después el 78% de las y los chilenos votó por cambiar la Constitución.