En la calle, sin entrada ni acreditación, sin barreras, abierto a todo el mundo, feministas argentinas llevaron a cabo dos días de foro de discusión y actividades performáticas para mostrar que la agenda del W20, el capítulo de género del G20 que se desarrollará en Argentina en noviembre, no tiene nada que ver con las demandas de las mujeres, lesbianas, bisexuales, no binarias, travestis y trans. «Vamos a proponer alternativas al planteo del Women 20 / Mujeres 20, que no nos incluye ni representa», afirmaron las oradoras que además, calificaron como una «farsa» a la supuesta voluntad de «inclusión» de las mujeres en el marco de la desregulación y liberalización que plantean el G20 y el FMI.
En plena Plaza de los Dos Congresos, rodeadas de una protesta de jubiladas y jubilados y un acampe de la CTA contra el Presupuesto de ajuste y el acuerdo con el FMI, las organizaciones feministas instalaron una carpa para realizar un conversatorio y una feria popular. Allí discutieron sobre cuerpo y territorio, «las luchas por una vida digna», la violencia económica, el ajuste y la deuda y la profundización neoliberal en la región.
Zulma Molloja, de la Unión de Trabajadores de la Tierra, dejó su puesto de verduras instalado frente al Congreso Nacional en el que los transeúntes se podían llevar productos por $ 10 para exponer dentro de la carpa en el primer conversatorio. Allí pidió que se derogue la Ley Monsanto, pidió créditos blandos para los productores –un proyecto de ley que duerme en Diputados– y contó cómo se organizan contra la violencia de género en las quintas productoras de verduras que rodean la Ciudad de Buenos Aires.
Le siguió Paula Arraigada, activista trans de La Nelly Omar de la Mesa de Diversidad del PJ de la Ciudad de Buenos Aires. «El pueblo no ha sabido organizarse frente a la avanzada neoliberal, pero el movimiento feminista fue la primera gran oleada en su contra», sostuvo la dirigenta. «Vidal no es parte del feminismo, ni Carrió ni Michetti, cuyo espacio político votó en contra de la ley de matrimonio igualitario y de identidad de género», recordó. «Desde el W20 se habla de la inclusión laboral, financiera y digital de las mujeres, pero no se abordan las raíces estructurales de las desigualdades de género y económicas derivadas de las políticas de desregulación, precarización y flexibilización laboral que llevan adelante los gobiernos de los países que integran el G20», argumentaron las organizadoras. «No queremos la inclusión laboral, financiera y digital en las migajas de este sistema», sostuvieron.
«Nos organizamos por la democratización y socialización de la información, promovemos valores de una economía social, feminista y cooperativa que cuestione las raíces estructurales de las desigualdades de género a partir de nuestra indignación y nuestra esperanza», concluyeron. «