La coalición opositora Frente Amplio por México, integrada por los tres partidos tradicionales, oficializó este domingo a Xóchitl Gálvez como su candidata presidencial para las elecciones de junio de 2024.
Gálvez fue consagrada en un acto en la Ciudad de México, organizado por las autoridades del Partido Acción Nacional (PAN, conservador, al que pertenece la candidata), el Partido Revolucionario Institucional (PRI, de centro) y el Partido de la Revolución Democrática (PRD, de centroizquierda).
Miles de simpatizantes y militantes de las tres fuerzas apoyaron a Gálvez en un acto junto al Ángel de la Independencia, en el paseo de la Reforma de la capital mexicana.
Gálvez destacó que el eje de sus propuestas es lograr la unidad entre los mexicanos para «no seguir dividiendo a México» y así ganar las elecciones previstas para el 2 de junio de 2024.
«La esperanza ya cambió de manos, la esperanza ahora es nuestra», afirmó en respuesta al lema del oficialista Movimiento Regeneración Nacional (Morena) que utiliza la frase «La esperanza de México».
Gálvez reconoció que las encuestas la sitúan por detrás de los posibles candidatos de Morena, pero se mostró esperanzada: «Si en dos meses estamos por alcanzar a Morena es porque podemos ganar».
La senadora recibió formalmente el certificado que la acredita como ganadora del proceso interno de elecciones primarias que finalmente no culminó debido a la retirada de su única rival, Beatriz Paredes, quien reconoció la semana pasada que las encuestas no la favorecían y expresó su respaldo a Gálvez.
Gálvez fue recibida con gritos de «Xóchitl presidenta» alentados por los animadores del evento y resumió en seis puntos sus objetivos y lo que no hará en los seis próximos meses.
«No vamos a seguir dividiendo a México, necesita hoy con urgencia unidad, necesita una presidenta que nos ponga a todos a jalar parejo; no vamos a recurrir a la ofensa, al insulto, a la descalificación; no vamos a engañar ni manipular a la gente», aseveró, según la agencia de noticias Europa Press.
Además, criticó al gobierno del presidente Andrés López Obrador: «Quienes dijeron que juntos harían historia, acabaron en pandilla; la historia se hace en la reconciliación, no en la discordia».
Gálvez se comprometió a decir siempre la verdad «por dolorosa que sea, sin adornos ni cuentos» y advirtió que los problemas no se arreglan con ideología, sino con soluciones.
«Si algo sirve lo vamos a dejar», pero si no funciona, lo cambiará. «No tengo filias ni fobias, soy políticamente daltónica, solo veo un color, el color de México», concluyó.