Mientras funcionarios de la Casa Blanca defendieron la decisión de Donald Trump de retirar a EE UU del Acuerdo de París contra el cambio climático, los expertos señalaron que la salida provocará consecuencias nefastas. La noticia parece haber sorprendido a la ONU y a los líderes globales, ¿pero no habían tenido en cuenta que uno de los primeros nombramientos de Trump al asumir fue poner al frente de la Agencia de Protección Medioambiental a Scott Pruitt, conocido por su escepticismo sobre el cambio climático?
«No hemos creado nuevos modelos, pero las indicaciones son que el impacto en el calentamiento global podría ser, en el peor escenario, del orden de 0,3 grados centígrados», señaló el director del Departamento de Investigación Atmosférica y Medioambiental de la OMM, Deon Terblanche.
La renuncia de Trump al principal instrumento mundial de lucha contra el cambio climático, que marca como objetivo evitar que el calentamiento global supere los 2 grados a finales de este siglo respecto a los niveles preindustriales, entre otras metas, tomará al menos tres años y requerirá igualmente tiempo para entender y cuantificar el impacto exacto de esta acción.
En el acuerdo, adoptado por 195 países en París en 2015 con la ratificación de 147 estados, Washington se comprometía a reducir para 2025 las emisiones de gases de efecto invernadero entre un 26 y un 28% respecto a los niveles de 2005.
El portavoz del Grupo Intergubernamental sobre Cambio Climático de la ONU, Jonathan Lynn, recalcó a su vez que «no sabemos cuál será la tendencia de las emisiones estadounidenses como resultado de esta decisión y hay muchos factores que influirán», y agregó: «Es bastante posible que las emisiones estadounidenses continúen bajando estén o no en el Acuerdo, por ejemplo. Hay muchas incertidumbres en torno» al anuncio de Trump.
Al mismo tiempo, el vicepresidente Mike Pence y asesores de Trump salían a defender la medida. El mandatario no hizo declaraciones ni publicó nada en Twitter al respecto, pero sí reprodujo desde su cuenta personal comentarios y enlaces a noticias que apoyan su decisión.
«Lo que el mundo presenció fue a un presidente estadounidense que pone en primer lugar a Estados Unidos», resumió Pence. Tras rechazar que EE UU vaya a perder su posición de liderazgo global, argumentó que continuar en el Acuerdo de París supondría «una carga extraordinaria para la economía estadounidense». Ese mismo argumento usó Trump al denunciar que el pacto pone en «permanente desventaja» a la economía y los trabajadores estadounidenses.
En el mismo tono, la consejera presidencial Kellyanne Conway sostuvo que la principal responsabilidad de Trump son «los estadounidenses, sus intereses, sus trabajos y el crecimiento económico aquí». Conway se negó a responder a una pregunta sobre si Trump cree que el cambio climático es «un engaño»: «El presidente cree en un medioambiente limpio, aire limpio (y) agua limpia.»
Al iniciar un proceso para la retirada del acuerdo climático, EE UU se unirá a Nicaragua y Siria, los únicos dos países no firmantes. El pacto indica que cualquier país que haya ratificado el acuerdo, solamente podrá solicitar su salida tres años después de su entrada en vigor, esto es, el 4 de noviembre de 2019. Una vez hecha formalmente esa petición, tiene que pasar otro año para que la salida del acuerdo sea efectiva, por lo que si el proceso sigue su curso habrá que esperar hasta el 4 de noviembre de 2020, el día siguiente de las próximas elecciones presidenciales en EE UU. «