Samantha Bloom, la madre de James Fields, el joven que el sábado mató a una mujer en Charlottesville, había advertido a la policía más de una vez por su carácer violento y las amenazas proferidas en el ámbito familiar, según medios del estado de Virginia.

Bloom, una mujer discapacitada que se mueve en silla de ruedas, señaló que Fields, que tiene 20 años, le había pegado en la cabeza años antes porque no le dejaba jugar con videojuegos. Ella dice que esa vez se encerró en el baño para llamar al número de alarma policial y recordó que el entonces adolescente estaba tomando medicamentos para controlar sus estallidos violentos. 

Según el periódico The Washington Post, después de esta llamada, Fields estuvo internado en un centro de asistencia juvenil.

Los primeros informes de las autoridades que lo detuvieron este sábado, sin embargo, definen a Fields como un hombre tranquilo, que defendía desde hace años posiciones radicales. Mientras tanto, el juez que lleva adelante el caso le negó la libertad bajo fianza.

El joven enfrenta cargos de asesinato en segundo grado por la muerte de una mujer de 32 años que fue atropellada por el Dodge Challenger que conducía y que lanzó contra una multitud que se oponía a una marcha de supremacistas blancos en Charlottesville, Virginia (al este de EEUU).

El secretario de Justicia, Jeff Sessions, dijo en el programa de televisión Good Morning America que el ataque, que también dejó 19 heridos, «entra en la definición de terrorismo interno» según la ley estadounidense.

La imagen de Fields es la de un joven introvertido, creyente en la supremacía blanca y admirador de la ideología nazi, pero que no logró ser reclutado como soldado a pesar de su fascinación con las tácticas militares.

Una foto de Fields tomada durante la marcha del sábado le mostraba luciendo símbolos atribuidos a una organización de derecha racista, según el Southern Poverty Law Center, que monitorea a los grupos discriminitarios en Estados Unidos.

Las opiniones de Fields eran conocidas por Derek Weimer, su exprofesor en la secundaria Randall K. Cooper de Kentucky, donde él y otros educadores estaban preocupados por «las muy radicales creencias» del estudiante.

Estaba interesado en tácticas militares, especialmente las de los soldados alemanes durante la Segunda Guerra Mundial, dijo Weimer.

«Estaba muy interesado en el nazismo. Realmente tenía aprecio por Adolf Hitler», aseguró a CNN.

«Fue a una buena escuela secundaria, vivió en un buen vecindario. Tenía mucha gente alrededor para intentar guiarlo en la dirección correcta. Mi primera sensación es que fallamos. Yo fallé», dijo también Weimer en otra entrevista con la estación pública de radio de Ohio WVXU.

Fields se alistó en el ejército estadounidense en agosto de 2015, poco después de graduarse, pero según un comunicado del servicio militar solo estuvo allí por cuatro meses «debido a que no pudo cumplir con las exigencias del entrenamiento».

Fields y su madre se habían mudado recientemente desde Kentucky al cercano Ohio, según reportes de medios locales.

Bloom dijo al periódico Toledo Blade que su hijo le había dicho que iba a una manifestación «alt-right» (derecha alternativa) en Virginia, usando un término que engloba a organizaciones como el Ku Klux Klan, los neonazis y los nacionalistas blancos.

«Pensé que tenía algo que ver con Trump», comentó al periódico, añadiendo que no conocía la naturaleza extremista del evento.

«Trato de no entrometerme en sus opiniones políticas», añadió.