Levantada la tregua que duró apenas una semana, Israel retomó los bombardeos sobre la Franja de Gaza, y con ello la cruda realidad de una guerra que no cesa pese a la presión internacional por extender el cese del fuego.
Tras haber atacado a más de 400 «objetivos terroristas» en el territorio palestino, Israel informó ayer que retiró a sus negociadores de Qatar, uno de los mediadores en los esfuerzos para asegurar una nueva tregua entre el Estado hebreo y Hamas. Las fuerzas israelíes atacaron por tierra, mar y aire, indicó el ejército, que precisó que los aviones de combate alcanzaron «más de 50 objetivos en un amplio ataque en el área de Jan Yunis», en el sur del enclave palestino, en tanto confirmó la muerte de cinco rehenes israelíes retenidos. En Gaza, donde hospitales y morgues volvieron a tener una actividad trágica, el Ministerio de Salud local reportó que 240 personas murieron y 650 resultaron heridas hasta el fin de semana.
Israel acusó a Hamas de intentar atacarlo con cohetes en plena tregua y de no presentar una lista de rehenes por liberar. Según fuentes citadas por AFP, el brazo armado de Hamas recibió «la orden de reanudar el combate» y de «defender la Franja de Gaza». Frente a este nuevo cuadro, los familiares de los más de 130 rehenes israelíes aún en manos de Hamas dudan de la posibilidad de reencontrarse rápidamente con los suyos.
La tregua había permitido canjear a 80 israelíes retenidos, todos ellos mujeres y niños, entre los que había varios argentinos, algunos ya liberados, por 240 presos palestinos, igualmente mujeres y menores. En los medios de comunicación, familiares de secuestrados afirmaban desde el viernes que no se habían realizado todos los esfuerzos posibles para liberar a todos los rehenes e instaban al gobierno israelí a proseguir las negociaciones.
El jefe de la diplomacia estadounidense, Antony Blinken, declaró en Dubái que su país sigue «intensamente enfocado» en la liberación de rehenes y en retomar «el proceso que funcionó durante siete días» bajo la tregua. «Vamos a continuar trabajando con Israel, Egipto y Qatar para reimplementar la pausa», dijo el viernes el secretario estadounidense de Defensa, Lloyd Austin. Pero el portavoz del gobierno israelí, Eylon Levy, señaló que «por elegir quedarse con nuestras mujeres, Hamas se llevará la madre de todas las palizas».
Los temores de un conflicto regional mayor crecieron después de que el Ministerio sirio de Defensa informara de bombardeos israelíes cerca de Damasco. El Observatorio Sirio para los Derechos Humanos (OSDH), una ONG con una gran red de fuentes en Siria, afirmó que dos combatientes afines al movimiento libanés Hezbolá murieron en estos ataques. El ejército israelí no hizo comentarios.
Autoridades internacionales y grupos humanitarios condenaron la vuelta a los combates. Entre ellos el secretario general de la ONU, Antonio Guterres. «Lamento profundamente que las operaciones militares reiniciaran en Gaza», expresó en X. Guterres advirtió de una «catástrofe humanitaria» en Gaza donde, según la ONU, 1,7 millones de personas han sido desplazadas y carecen de alimento, agua y otros bienes por el asedio de Israel al estrecho territorio.
La Media Luna Roja Palestina anunció ayer la llegada de nuevos camiones con ayuda humanitaria a la Franja de Gaza. «Los trabajadores de la MLRP han recibido estos camiones de ayuda a través de Rafah gracias a nuestros socios de la Media Luna Roja Egipcia», explicó la organización. Desde el recrudecimiento de las hostilidades el 7 de octubre, cuando milicianos de Hamas irrumpieron en Israel en un ataque sorpresa que dejó 1.200 muertos, la campaña de respuesta de ataques aéreos y terrestres en Gaza dejó más de 15.000 muertos, en su mayoría civiles y la mitad, niños, según el gobierno local.