Es una de las voces del movimiento bolivariano, complejo y diverso en plena mutación. Isaías Rodríguez fue el primer vicepresidente de la República Bolivariana de Venezuela, en 2000; el fiscal general más reconocido del chavismo y presidente de la Constituyente que redactó la Constitución Bolivariana en 1998-1999 con la que el país inició un ciclo histórico que no ha cerrado; y último embajador del gobierno de Nicolás Maduro en Italia. Mano derecha de Hugo Chávez para acuerdos políticos y acercamientos, es además un poeta de singular finura.
-¿Qué cambió en el sistema político bolivariano entre 1999-2002 (nueva Constitución y derrota del golpe) y el sistema político bajo bloqueo y agresión imperial?
-Lo más notable son la pérdida de los derechos sociales de clase (perdimos el derecho a huelga, la contratación colectiva y el derecho a crear sindicatos). El salario es el más bajo del mundo, el empleo es casi en un 60% de tipo informal. Hacia el exterior, la crisis es política, pero hacia dentro es social y económica. Es cierto que se está comenzando a rescatar la producción petrolera, pero hay que rescatar también las industrias básicas y no depender totalmente de la importación de alimentos. La agresión imperial nos ha hecho un daño enorme. Sin embargo, en la campaña electoral reciente el presidente Maduro dijo una gran verdad: “En Venezuela el bloqueo mental es peor que el otro”. Hay ineficiencia e ineficacia en los servicios públicos y la corrupción es un hecho público y notorio. El aparato judicial y administrativo judicial (Fiscalía, CIPC y tribunales) es tal vez el mejor ejemplo.
-¿Que cambios jurídico-políticos harías al sistema político bolivariano?
-Como dijo Eduardo Galeano, lo pondría todo “patas arriba”. Es casi la Venezuela antes de Chávez. Mantendría la actual Constitución Bolivariana. Lo demás lo revisaría de cabo a rabo.
-¿Cuál es tu balance político de las votaciones de noviembre de 2021?
-Tanto el gobierno como la oposición obtuvieron una media victoria y una media derrota. El gobierno obtuvo la mayoría de las gobernaciones regionales: 19 de 24. También consolidó su imagen de democracia burguesa, semejante a todas las democracias occidentales liberales, con una señal de separación en los tres poderes clásicos (Ejecutivo, Legislativo y Judicial). Expresó respeto y cierto reconocimiento a los partidos de oposición, y distendió las tensiones nacionales. Logró reducir la abstención con respecto las parlamentarias. Abrió un margen necesario para la confrontación política y social con menos autoritarismo. Tuvo sus votos duros, pero los números finales deben haber producido una reflexión interna sobre las políticas económicas, la pobreza, el desarrollo ideológico en la batalla de las ideas. En la oposición ocurrió algo similar: comprobó que unida puede derrotar al gobierno ya que obtuvo 500 mil electores más; salió victoriosa en el 80% donde la participación fue mayor al 50% del padrón; ganó el doble de las alcaldías; dio a conocer que ofrece variables, proyectando cuadros y figuras nuevas y jóvenes; no necesitan de los EE UU para resucitar y hasta triunfar, ni controlar el CNE.
-¿Cómo está el sistema institucional desde lo jurídico ?
-Hay serias mejorías. En un 80% de los actos se cumplió la legislación electoral. Se registraron algunos casos de abuso por las inhabilitaciones electorales. Se cumplieron totalmente las reglas convenidas en los acuerdos de México. Por ejemplo, la ventaja de tener el gobierno no fue avasallante para la oposición de derecha o la de izquierda. Al mismo tiempo, el gobierno ganó credibilidad internacional en temas de derechos electorales y Derechos Humanos.
-Desde tu experiencia como embajador en la UE ¿qué explica el cambio de postura de Europa con respecto al gobierno bolivariano?
-Lo primero que debo decir es que Europa no ha cambiado de postura con respecto a Venezuela ni con respecto a América Latina: EE UU utilizó a la UE como un termómetro electoral en Venezuela, porque los imperios europeos no podían correr el riesgo de desautorizarse a sí mismos. No olvidemos que Europa es la Otan, es el lobby israelí detrás de la política internacional de EE UU y es también grandes empresas internacionales. Dentro de UE balcanizada por los EE UU hay “pequeñas Europas”: Alemania, Francia, Inglaterra, Italia, España y un poco Portugal. El norte de Europa es de hielo, literal y políticamente, miran desde las gradas los juegos de fútbol y se parcializan cuando un árbitro o un jugador con su nacionalidad realiza algo notable. Es deseable que Europa cambie. No aspiramos a una Revolución Francesa o una Comuna de París, pero nos gustaría un Berlín sin muro o una Francia sin las sombras de Charles De Gaulle. Si ello no ocurre, el nuevo fascismo disfrazado de ultraderecha se apoderará de lo que queda de Europa.
-¿Qué pasó con Carlos Lanz?
-Lanz es el intelectual orgánico y el dirigente popular más importante de Venezuela en los últimos 20 años. Incorporado al proceso revolucionario desde antes del gobierno de Chávez, cuadro ministerial suyo y de Maduro. Asesor, conductor, experto en guerras asimétricas, el más estudioso de la comuna como factor político de integración popular y de lucha antimperialista y soberana, escritor comprometido. Un paradigma político, un ejemplo a seguir. Carlos está desaparecido desde el 8 de agosto de 2020. Salió de su casa en la mañana sin dejar indicaciones hacia dónde se dirigía. Dejó servido el desayuno que le preparó Maye… Ha pasado más de un año y tres meses. Desconocemos cuál es su paradero y queremos ver la investigación de la Fiscalía. La queremos en público. «