«La República Islámica de Irán, basándose en el derecho natural a la legítima defensa reflejado en el artículo 51 de la Carta de la ONU, se considera legitimada y obligada a defenderse contra actos extranjeros de agresión», señala el comunicado oficial iraní, citado por la agencia de noticias Tasnim.
Según el Ministerio de Exteriores del país islámico, el apoyo militar y político de Estados Unidos y algunos países occidentales a Israel «es la principal causa de tensión e inseguridad en la región«. Washington, por su parte, volvió a manifestar su «férreo apoyo» a Israel e insistió en que esa nación tiene «derecho a defenderse de agresiones externas«, mientras que Tal Aviv sostiene que se da por satisfecho con el operativo de la madrugada de este sábado, bautizado como Días de Arrepentimiento.
«La República Islámica de Irán (…) subraya la necesidad de que la comunidad mundial actúe urgentemente para poner fin al genocidio, la guerra y la agresión contra Gaza y Líbano y frenar los combates del régimen sionista», añade la declaración iraní.
El ataque de Israel a Irán
Las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) lanzaron ataques de precisión contra objetivos militares en Irán en respuesta a los bombardeos iraníes. Las FDI precisaron que el principal objetivo del ataque fueron instalaciones de producción de misiles que Irán disparó contra territorio israelí durante el año.
Las fuerzas de defensa aérea de Irán denunciaron que Israel atacó varios centros militares en las provincias iraníes de Teherán, Juzestán e Ilam, causando daños limitados. Más tarde, se informó sobre la muerte de dos soldados iraníes en los ataques.
El 1 de octubre, Irán lanzó decenas de misiles contra el territorio de Israel, en lo que el presidente iraní, Masud Pezeshkian, calificó como una respuesta legítima «en aras de la paz y la seguridad de Irán y la región».
Las FDI estiman que se lanzaron desde Irán unos 180 misiles balísticos, buena parte de los cuales fueron interceptados; desde Teherán afirman que la mayoría de los proyectiles alcanzaron blancos militares y de seguridad.
La única víctima mortal de la que informaron algunos medos es un palestino en territorio de Cisjordania.
Las imágenes satelitales publicadas por varios medios muestran impactos de misiles iraníes en instalaciones militares del sur de Israel. El Ejército israelí, por su parte, admitió que los misiles iraníes causaron daños a «edificios administrativos y componentes periféricos» en varias bases aéreas.
El ataque del 1 de octubre siguió a ofensivas aéreas y terrestres de Israel contra Hizbulá, poderosa milicia chií del Líbano en la que Teherán ve una de las piezas clave de su «eje de resistencia» contra el Estado hebreo en Oriente Medio.
El primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, calificó ese ataque como «un gran error» y prometió que Irán «lo pagará».
Fue el segundo ataque directo que Irán lanzó desde su territorio contra Israel, tras un lanzamiento masivo de drones y misiles el pasado 13 de abril en represalia por el bombardeo sobre el consulado iraní en Damasco.
Aquel primer ataque, que duró varias horas y en el que se implicaron también las milicias proiraníes de Siria, Irak y Yemen, fue frustrado con la ayuda de una coalición internacional que incluyó a Estados Unidos, el Reino Unido, Francia, Catar, Egipto, Jordania, Arabia Saudí, los Emiratos Árabes Unidos y Baréin.
ALG con Sputnik