Familiares argentinos de víctimas del franquismo denunciaron a un diputado del partido español de extrema derecha Vox, por apología del régimen genocida de Francisco Franco que imperó en España entre 1939 y 1975. La demanda, presentada por Inés García Holgado, es por «apología del terrorismo de estado por enaltecimiento, aprobación, encubrimiento y justificación del mismo» contra Manuel Mariscal Zabala, diputado del partido que es conocido por sus posturas discriminatorias, neofascistas, conspirativas y antiderechos y una organización política amiga del presidente Javier Milei, a quien suelen invitar a dar conferencias y otorgar condecoraciones.

Mariscal Zabala afirmó recientemente en el Congreso español, que «gracias a las redes sociales muchos jóvenes están descubriendo que la etapa posterior de la Guerra Civil no fue oscura, como nos vende este Gobierno, sino una etapa de reconstrucción, de progreso y de reconciliación para lograr la unidad nacional». En el mismo discurso, agregó que las redes sociales son difusoras de «la verdad» frente a los medios de comunicación tradicionales.

Según la denuncia, patrocinada por el abogado Hugo Castro Fau y con el acompañamiento del Círculo Podemos Argentina, la conducta del legislador entraña «descrédito, menosprecio y humillación a las víctimas del régimen franquista y sus familiares; conducta esta ilegal y enmarcada en un discurso de odio».

García Holgado es nieta y sobrina nieta de víctimas directas del franquismo. Las palabras del diputado de Vox remueven el dolor que convive en su historia familiar, donde los retratos color sepia pretendieron cubrir numerosas ausencias a lo largo del tiempo. «Lo que dijo es una vil mentira. Me humilla, me mortifica y me preocupa», comentó a Tiempo. «Porque hay jóvenes que no han recibido educación. La etapa de la Guerra Civil no se ha visto en las escuelas, entonces si encima en las redes sociales se afirma esto, hace que la derecha y la ultraderecha se multiplique, surja cada vez más, y confunda».

Según explicó a Tiempo Castro Fau, la denuncia fue presentada esta semana ante la embajada de España y la Fiscal de Sala en materia de Derechos Humanos y Memoria, Virginia García Aller.

En el texto de la demanda se advierte que la conducta «criminal y delictiva» del diputado «se halla tipificada conforme la describen: la Ley 20/2022, de 19 de octubre de 2022, de Memoria Democrática (BOE-A-2022-17099), el Código Penal en su artículo 578, el Convenio Europeo para la protección de los Derechos Humanos y de las Libertades Fundamentales de 4 de noviembre de 1950, ratificado por España el 4 de octubre de 1979 y el Art 4 inciso e de la Convención para la Prevención y la Sanción del Delito de Genocidio».

«Para mí, presentar una denuncia en una fiscalía me libera y permite que la mortificación sea menor, porque creo en la justicia. Ya el hecho de exponer a una persona ante la justicia es importante, porque las tres patas de los derechos humanos son memoria, verdad y justicia», comentó la denunciante. «La memoria histórica nos hace ver la verdad, sentir reivindicación. Pero la denuncia penal permite que uno pueda llegar a sentir una reivindicación mayor, porque es un juez el que va a decidir si uno es culpable o no y si la conducta que se cometió es efectivamente un delito”, agregó.

En 2016, años antes de su fallecimiento, Tiempo entrevistó a Benjamín García Holgado, padre de Inés, quien mantenía imborrable los recuerdos de la Guerra Civil Española (1936-1939). En aquella entrevista, el hijo de un militante «rojo», luego encarcelado y perseguido por la dictadura, advertía que el franquismo seguía operando en la conciencia social: «Consiguió lo que se propuso, despolitizar a la sociedad», había dicho.

Entonces, Vox era un incipiente refugio de adoradores del Valle de los Caídos y voceros de un discurso que parecía irreproducible. Muy diferente al auge actual y su propagación en redes sociales, que lejos de distribuir verdades, suelen ser depositarias de noticias falsas y operaciones comunicacionales. García Holgado ve hoy este fenómeno con preocupación y lo atribuye a una «falta de educación y de memoria histórica por parte de los países». «