En un acto en que participaron reconocidos intelectuales de la Argentina y hasta el papa Francisco envío una carta alusiva, la Universidad Nacional de Tres de Febrero y la Universidad del Salvador homenajearon y resaltaron el legado de José “Pepe” Paradiso, figura clave en el ámbito de las ciencias sociales de la Argentina cuyos desarrollos en el campo de las relaciones internacionales e integración regional y su pasión docente «marcaron a generaciones de estudiantes y académicos a lo largo de más de cinco décadas».
A poco de cumplirse un año de su muerte sus colegas Lorenza Sebesta, Florencia López Canellas y Juan Carlos Herrera; el rector de la USAL, Carlos Salvadores de Arzuaga y el rector emérito de UNTREF y amigo personal de Paradiso, Aníbal Jozami, destacaron «su postura inclaudicable en contra de los conflictos armados, sus convicciones acerca del diálogo como forma política de acercamiento en las relaciones entre países, su búsqueda del rastro de la ideas de unidad en Latinoamérica, y los modos en que se establecen los vínculos entre la región y el centro».
Jozami, amigo de Paradiso durante más de 50 años comentó: “Pepe no era un intelectual, era un tipo común al que le interesaba la sociología, le interesaba estudiar, comprender y analizar la realidad, conversar y escuchar. Podía pasar de los razonamientos conceptuales al fútbol, el tango o el cine. Una persona bondadosa, generosa, con un amor muy profundo por nuestra patria y por Latinoamérica”.
Y, a propósito de la amistad, Jozami leyó una carta del Papa, otro amigo del profesor «que vive en Roma y desde hace un tiempo se llama Francisco”. En la carta se lee: “Sin dudas, el Prof. Paradiso tuvo claro que para lograr el desarrollo una verdadera amistad social es necesario cultivar la mejor política puesta al servicio del verdadero bien común. En nuestros encuentros de los lunes, café de por medio, nunca nos cansamos de pensar y soñar juntos caminos concretos hacia la fraternidad universal y la paz social por medio de la buena política, de la cual sin dudas Pepe fue un precursor. Por eso, como le dije a él en uno de los últimos mensajes que le envié, siempre le estaré agradecido por todo lo que me enseñó”, leyó Jozami desatando una ovación.
El acto se realizó en ocasión de la presentación del libro póstumo, El ideal unificador en América Latina. Dos siglos de integración y fragmentación, publicado por EDUNTREF. “Este libro es el legado que nos deja Pepe. Una mirada detallada de la larga historia del continente; de una riqueza intelectual, coherencia lógica y rigor conceptual que lo convierten en una obra maestra”, comentó Herrera.
En esa misma línea, Florencia López Canellas dijo que el libro «busca en la trayectoria latinoamericana la recurrencia de un ideal unificador que se concreta, a veces, en esquemas de integración. Rastrea el hilo de ese ideal aún en momentos en que la historia parece indicar que se desdibuja, se pierde”. López Canellas rescató, además, la escritura. “Es una prosa bella. Hay una poética en el texto que es difícil de encontrar en ciencias sociales”.
Carlos Salvadores de Arzuaga, rector actual de la USAL, resaltó su rol docente: “el mejor homenaje que le podemos hacer es ver a sus alumnos convertidos en discípulos, dispuestos a mantener intacto su compromiso con el conocimiento. El profesor Paradiso vivió a fondo el lema de nuestra universidad: ciencia a la mente y virtud al corazón”.
En ese sentido, también Sebesta destacó que “su empeño docente era formar jóvenes que pudieran participar de esta gran democracia latinoamericana, entendida como un continuo diálogo a través del desarrollo de unos instrumentos de análisis para comprender la realidad, y otros para modificarla gracias a un diálogo que permitiera acercar posiciones, por eso hablaba de utopías realistas”.
Según recordó, Paradiso pensaba que “no podemos modificar la naturaleza del hombre, pero sí su conducta a través del cambio de sus opiniones”.
Paradiso se desempeñó en la Universidad Nacional de Tres de Febrero, donde encabezó las Maestrías en Integración Latinoamericana y Sociología Política Internacional. Antes, estuvo involucrado en la creación de la carrera de Relaciones Internacionales en la Facultad de Ciencias Sociales de la Universidad del Salvador, donde ejerció como director, y fue profesor de otras instituciones, como FLACSO y la Universidad de Bolonia.
Además del reconocimiento y el respeto por su aporte a las ciencias sociales y a su rol como profesor, Paradiso fue una persona muy querida, lo cual quedó visiblemente expuesto «en la emoción de exalumnos, colegas y amigos que acudieron al encuentro para recordarlo».