«Nos topamos con un grupo (el Estado Islámico) que nos ha declarado la guerra. Y ahora tenemos que librar esa guerra contra el Estado Islámico de acuerdo con todas las leyes existentes», sostuvo el presidente francés François Hollande, tras visitar la iglesia en la que dos individuos armados tomaron rehenes en una iglesia situada en la localidad gala de Saint-Etienne-du-Rouvray (región de Normandía).
Los asaltantes retuvieron a cinco rehenes: un cura, dos monjas y dos feligreses. El sacerdote, Jacques Hamel, de 84 años, falleció degollado en el asalto y otro de los rehenes se encuentra en estado crítico. Sobre las 11 hora local fueron abatidos. «Somos una democracia y hoy, después de la muerte de este sacerdote, tengo un recuerdo y doy todo mi apoyo a los católicos de Francia. Debemos estar juntos. Los católicos han sido golpeados, pero todos los franceses nos sentimos consternados. Debemos estar juntos», añadió Hollande. «Ponemos todos los medios para que estos ataques no ocurran. La fuerza está en nuestra cohesión», manifestó el presidente galo.
El portavoz del Ministerio del Interior de Francia, Pierre-Henri Brande, declaró que el acto de la toma de rehenes estaba planificado. «Es demasiado pronto para hablar sobre el motivo. Pero puedo decir que, evidentemente, han sido acciones agresivas y deliberadas que, sin lugar a dudas, han sido preparadas de antemano», sostuvo Brande.