El partido conservador del primer ministro Mark Rutte ganó este miércoles las elecciones en Holanda y postergó al segundo lugar a la agrupación ultraderechista del líder Geert Wilders, aunque deberá forjar alguna alianza con otras formaciones para poder formar gobierno, según mostró un sondeo de boca de urna divulgado por medios estatales.
El Partido Popular por la Libertad y la Democracia (VVD), de Rutte, obtendría 31 de los 150 escaños del Parlamento, 10 menos que en las últimas elecciones de 2012, de acuerdo con el sondeo, elaborado por la consultora Ipsos para la cadena de noticias pública holandesa NOS y la radio estatal RTL.
El euroescéptico Partido por la Libertad (PVV), del islamófobo Wilders, conseguiría 19 escaños, cuatro más que en 2012 pero menos que los 26 que logró en 2010, cuando se presentó por primera vez en elecciones generales.
También con una proyección de 19 asientos, la agrupación liberal de centro derecha Demócratas 66 y el partido de derecha Llamada Democristiana (CDA) compartieron el segundo lugar con el PVV, obteniendo, respectivamente, siete y seis escaños más que en los comicios de septiembre de 2012.
El partido de mejor desempeño relativo fue el de los verdes de GroenLinks (Izquierda verde), la coalición izquierdista del líder Jesse Klaver, la revelación de la campaña, que obtendría 16 bancas, 12 más que en 2012.
Los laboristas del PvdA, de centro izquierda, que gobernaron la última legislatura en coalición con el VVD de Rutte, obtendrían apenas nueve escaños en uno de sus peores resultados en décadas, perdiendo 29 bancas respecto de las 38 que ganaron en 2012.
El Parlamento holandés tiene 150 diputados y, para gobernar, se requiere un mínimo de 76 escaños.
El sistema de representación proporcional de Holanda y la gran fragmentación de la política nacional hacen casi inevitable la necesidad de forjar alianzas para poder formar gobierno, ya que es poco habitual que el ganador de los comicios obtenga los votos suficientes para gobernar solo.
Se espera que el VVD de Rutte, por haber sido el más votado, reciba encargo del rey Guillermo Alejandro para intentar formar gobierno primero, es decir para internar armar una coalición con la que se asegure una mayoría parlamentaria.
Los comicios eran seguidos con gran atención en toda Europa sobre todo por la posibilidad de un triunfo de Wilders, que hubiera dado gran impulso a las fuerzas populistas y de ultraderecha en el continente, en especial en Francia y Alemania, donde se celebran elecciones el mes próximo y en septiembre, respectivamente.
Wilders propugna la «desislamización» de Holanda, quiere cerrar sus fronteras, salir de la Unión Europea (UE) y abandonar el euro, entre otras posiciones anti establishment.
El boca de urna se conoció minutos después del cierre de las mesas, a las 21, cuando comenzó un conteo manual de los votos tras unas elecciones que destacaron por la alta participación de los ciudadanos en comparación con los últimos comicios.
El último dato de participación que se conoció, a las 19.45 hora local, fue de un 73% del electorado, una cifra superior a la registrada en los últimos comicios, cuando a esa hora había votado un 65% del total, informó la agencia de noticias EFE.
El Consejo Electoral puso a disposición de los ciudadanos unos 10.000 centros de votación, algunos en colegios pero otros en estaciones de tren, museos, edificios emblemáticos o incluso cafeterías.
El miedo a una posible injerencia en el resultado de los comicios por parte de informáticos rusos ha propiciado que el gobierno holandés evite los computadras conectadas a Internet y lleve a cabo un recuento manual de los votos.
Cada escaño equivale al voto de 62.829 personas y a estas elecciones se presentaron 1.114 candidatos.