Un gigantesco incendio se declaró hoy en un depósito del puerto de Beirut y sembró el pánico entre los habitantes de la capital libanesa, todavía traumatizados tras la devastadora explosión que sacudió a la ciudad hace cinco semanas y dejó 190 muertos.
Espesas columnas de humo negro eran visibles desde varios puntos de la ciudad. El incendió alcanzó «un depósito donde se almacenan bidones de aceite y ruedas de autos en la zona franca del puerto de Beirut», indicó el Ejército libanés en un comunicado.
Equipos de la Defensa Civil y helicópteros del ejército intentaba apagar las llamas y las fuerzas de seguridad cerraron la circulación de las carreteras cerca del puerto.
Tras reunirse de urgencia con el Consejo Superior de Defensa, el presidente de la Nación, Michel Aoun, aseguró: «El incendio de hoy puede ser un acto de sabotaje o el resultado de un error técnico, de ignorancia o de negligencia, y los autores tendrán que rendir cuentas», según el diario local L’Orient-Le Jour.